El yihadismo regresa a las masacres a gran escala en Occidente
Lo ocurrido en París se asemeja al terror que Al Qaeda sembró la pasada década en Nueva York, Madrid y Londres. Hasta ahora, la estrategia del llamado Estado Islámico parecía distinta. Empezó llamando a los musulmanes occidentales a viajar a Iraq y Siria para hacer allí su supuesta "guerra santa". A su vez, animaba a los denominados "lobos solitarios" a cometer atentados en sus países con cualquier arma que tuvieran a mano. La respuesta: asesinatos en los últimos tres años en Reino Unido, Bélgica, Dinamarca, Canadá o Australia. En enero, la matanza de los hermanos Kouachi en la revista Charlie Hebdo, sincronizada con la toma de rehenes de Amedy Coulibaly, revelaban un salto cualitativo en la capacidad mortífera del islamismo radical en Europa. Una barbarie que ha ido más lejos que nunca utilizando comandos suicidas coordinados en el corazón del Viejo Continente. -Redacción-