El terror del Estado Islámico toma las calles de Palmira

Parece conciliador, misericordioso pero no se lleven a engaño. Este líder yihadista, uno de los terroristas más buscados, de habla albanesa y nacido en Kosovo, informa al joven atado a un poste de que va a morir. Por si el mundo tiene duda enseña el arma a cámara, un lanzagranadas antitanque de mano con el que podría matar no a uno sino a muchos de un disparo, para asesinar a la víctima, acusada de luchar contra ISIS. Sucede en el este de Siria. En las calles tomadas de Palmira, los sonidos son otros pero igual de aterradores. Dios es grande responde esta gente, no sabemos si apoyando a los radicales islamistas o simplemente por miedo. Hemos visto la Palmira monumental tomada, saqueada, destrozada y el avance continúa por los edificios gubernamentales. De nuevo, escenificación esta vez con la fotografía del presidente sirio, Bashar Al Assad, demostrando quién manda ahora. Las plantas de gas, como ésta, están abandonadas ya tras el paso de las fuerzas de Estado Islámico. Hace una semana que avanzan por el oeste y controlan ya la mitad del país que pretenden convertir en un califato junto a la vecina Irak. -Redacción-