El sufrimiento de trabajar en la calle con 40 grados
Ni vendiendo helados consigue uno refrescarse...porque este sol... este calor, de más de 40 grados, hace imposible trabajar en la calle. Tanto cargar, descargar, repartir, servir... agota... lo saben vien, repartidores y camareros que buscan desesperadamente la sombra para darse un respiro. Los uniformes no son buenos aliados y más de uno ansía deshacerse de él, pero el trabajo y las órdenes mandan. Los taxistas, que suelen ser sus propios jefes, se refrescan a base de abundante agua y de aire acondicionado en el coche. cada uno hace lo que puede en función de su trabajo... porque cumplir la jornada bajo la influencia de la mayor ola de calor en pleno junio que se recuerda, es, como dicen muchos, inhumano.