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El motor económico de la UE, al ralentí

La economía alemana va al ralentí. El motor económico de la Unión Europea ha registrado en el primer trimestre de 2015 un escuálido crecimiento que a duras penas llega al 0,3%, mientras el índice de confianza empresarial ha bajado en el mes de mayo por el empeoramiento de las perspectivas para el próximo medio año. Eso, sin embargo, no quiere decir que esté en caída libre. “La razón de estas perspectivas a la baja, que pese a todo siguen siendo buenas, está en las exportaciones”, explica Klaus Wohlrabe, economista del instituto Ifo. “Han bajado un poco porque el euro se ha vuelto a apreciar ligeramente y porque la economía global no está creciendo como algunos esperaban. Pero con todo y eso, las perspectivas no son malas”. El crecimiento de Alemania está en estos momentos por debajo del de la media europea, que se sitúa en torno al 0,4%. El país que más ha crecido en el primer trimestre ha sido España, con un inesperado 0,9%, incluso por delante de Francia, que dobla a Alemania en este comienzo de ejercicio. Pese a todo, los analistas aseguran que no hay motivos para preocuparse. Las causas de esta desaceleración están identifcadas y, hasta cierto punto, controladas. La valoración del sector industrial ha tocado su máximo del último año. Y el bache que sufren las exportaciones debería quedar atrás por el debilitamiento general del euro. Además, Alemania cuenta con un sólido pilar en el consumo doméstico, gracias a una baja tasa de paro y un regimen salarial muy competitivo que, ahora, se beneficia también de una inflación al 0%.