El copiloto pudo estrellar el avión deliberadamente
El accidente fue un siniestro deliberado. El copiloto, Andreas Lubitz, alemán, de 28 años, tenía la intención de destruir el avión. El fiscal de Marsella ha explicado la dramática sucesión de los hechos. Durante los primeros minutos de vuelo el comandante y el copiloto hablan con normalidad hasta este momento. ''Se escucha al comandante preparar el plan de aterrizaje y las respuestas del copiloto son lacónicas''. El comandante sale al baño y le deja al mando. El piloto intenta entrar en cabina, pero el copiloto ha bloqueado la puerta.'Se escucha respirar al copiloto, es decir estaba vivo''. Ni las llamadas del piloto ni el aporreo de la puerta consiguen nada. Andreas Lubitz prosigue el descenso impasible.