El capitán del ferri surcoreano dejó el timón al tercer oficial

Dolor, rabia y desesperación en Corea del Sur. Los familiares de los pasajeros del ferri hundido, el miércoles, no entienden qué paso. Quieren saber dónde están sus hijos. Mientras continúan las tareas de rescate, la investigación ha revelado que el capitán entregó el timón al tercer oficial poco antes de que el ferri empezara a hundirse. Lee Joon-seok afronta una investigación penal por supuesta negligencia. También se investiga los testimonios que afirman que fue de los primeros en abandonar el barco. El capitán ha dicho estar “profundamente avengonzado”. “Lo siento mucho por los pasajeros y familiares de los desaparecidos”, ha declarado. Buzos del equipo de rescate han logrado por primera vez entrar en el ferri. Tres gruas y varios robots ayudan también, aunque las condiciones meteorológicas son adversas. Se cree que el barco pudo variar la ruta marcada y realizar un cambio de dirección brusco, lo que habría desplazado la carga y provocado que volcara. Otra hipótesis es que chocó contra una roca. “El capitán debería haber dejado el ferry al final. Creo que olvidó su deber en un momento de ‘shock’. Racionalmente, es difícil pensar que abandonara el barco tan pronto”, señala un monje budista. La mayoría de los 475 pasajeros eran estudiantes de bachillerato, de 16 y 17 años. “Si el capitán hubiera actuado correctamente, muchos niños podrían haberse salvado. Duele. Duele mucho”, dice una familiar. De momento, se han recuperado 28 cadáveres. Permanecen desaparecidas 268 personas. Los supervivientes han explicado que la tripulación les pidió que siguieran en sus cabinas cuando el ferri empezó a dar bandazos. Orden que sin duda condenó a morir a más pasajeros.