Día clave para Grecia
El primer ministro griego, Alexis Tsipras ha puesto ya rumbo a Bruselas. Él y su equipo no van con las manos vacías. En la mochila llevan un nuevo paquete de medidas para llegar a un acuerdo con los acreedores. Un acuerdo in extremis que les permita conseguir la última parte del rescate, algo más de 7.000 millones de euros con los que pagar los 1.600 que deben al Fondo Monetario Internacional y que vencen el 30 de junio. Tsipras ya se lo ha explicado por teléfono a la canciller alemana, Angela Merkel, al presidente galo, Francois Hollande, y al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Según la televisión griega Mega esta propuesta pasaría por traspasar ciertas líneas rojas del gobierno griego como aumentar el iva de algunos alimentos o en los hoteles, mantener el polémico impuesto sobre la propiedad inmobiliaria, algo que el ejecutivo de Syriza había prometido eliminar este año, y tocar más las pensiones, eliminando las jubilaciones anticipadas a partir del año que viene. Concesiones que, de confirmarse no sorprenderían a los griegos. "Estas concesiones y recortes en las pensiones van a ocurrir. Yo espero lo peor, pero qué podemos hacer? se pregunta este pensionista. Pero también se tiene muy presente que no es la primera vez que su país se asoma al abismo. "Llevan cinco años diciéndonos: mañana es crítico, os van a dejar de pagar y no cobraréis las pensiones", dice este griego."Así que básicamente soy optimista de que este estrangulamiento llegue algún día a su fin". La resignación y la expectación se mezclan en las calles de Atenas en donde no se descarta un corralito o incluso la salida del euro si estas concesiones del ejecutivo heleno no convencen a los acreedores y finalmente mañana no se llega a un acuerdo.