Donetsk: lo que hay en juego

“Donetsk es el corazón de Ucrania”. El cartel a la entrada de la ciudad es toda una declaración de principios contra los que luchan los manifestantes prorrusos que piden la incorporación de la región a Rusia. Aquí, como en buena parte del Este de Ucrania, la mayoría es de origen ruso. La población de Donetsk y de las ciudades vecinas se ha movilizado desde el principio de las tensiones en Crimea. Ya en marzo enfrentamientos entre prorrusos que no reconocen al nuevo poder en Kiev y proucranianos terminaron con dos muertos. Donetsk es además la patria chica del depuesto presidente Yanukóvich. Aquí, más del 50% de la población habla ruso, como en Crimea y como en todo el Este. En el Oeste del país, en cambio, predomina el ucraniano. Pero esta realidad no explica por sí sola los enfrentamientos de los últimos meses. La región simboliza otra división: el Este es rico en recursos naturales, más escasos en el Oeste. La cuenca de Donetsk, rezuma riquezas como carbón, hierro y manganeso que se exportan principalmente a Rusia, de ahí el interés de Moscú de conservar su influencia en la región. Se calcula que las resevas de carbón pesan 109 mil millones de toneladas. Aunque la región supone solo el 5% del territorio ucraniano, en ella vive el 10% de la población del país, pero sobre todo representa el 20% de su PIB y el 25% de sus exportaciones totales. Es además la cuarta cuenca hullera de Europa y una región industrial donde el sueldo medio es el doble que en el resto de Ucrania, aunque la crisis también ha dejado su huella. En los últimos años la producción ha disminuido prácticamente en un 30%, y la población se queja del nivel de vida. De hecho, se habla más de la crisis que de orientaciones políticas. Para algunos analistas, la situación actual en la región obedece más a un intento deliberado de desestabilizar el país antes de las elecciones presidenciales que al interés económico de Moscú.