Canarias vive la Semana Santa

La ciudad de San Cristóbal de La Laguna acoge la Semana Santa más antigua de Canarias. La noche del viernes santo tuvo lugar uno de los actos religiosos más importantes: la procesión del silencio. "Arrastrar los pies los cofrades, que se oigan las cadenas rozando el pavimento, eso hace que la gente empiece a sentir a la lejanía, sin necesidad de ver la imagen, que está llegando", comenta Pedro López, presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías. En la más abosluta oscuridad, el silencio de los presentes también se ve roto por el tintineo de las campanas que anuncia el paso del Cristo difunto hacia su sepultura. Las 21 cofradías penitenciales lo acompañan, tal y como vienen haciendo desde el siglo XVI. El sentimiento y la emoción se palpó en el frío ambiente lagunero. Cada uno expone sus razones: "Por la promesa de mi hija, que estaba en la droga". "Por mis hermanos, por mi mujer, por mis hijos, por todos, ésa es mi verdadera penitencia". "La semana santa lagunera es muy bonita. Que vengan, es una cosa digna de ver". La emoción forma parte de los habitantes de este rincón de Tenerife, Patrimonio de la Humanidad. La Semana Santa de La Laguna se vive desde la fe y el recogimiento.