Arduo trabajo de los forenses en la 'zona cero' del Airbus
Como en una excavación arqueológica trabajan los forenses franceses. En un silencio sepulcral, concentrados, escarbando con sus manos o con pequeñas palas. Un trabajo minucioso y extremadamente difícil el de recoger restos y meterlos en bolsas. Un silencio roto sólo para dar alguna orden: para aclarar cómo empezar a componer el puzzle de miles y miles de piezas. Ayuda cartografiar la zona, señalar con banderines, marcar las piezas claves del avión pero, sobre todo, ayuda la infinita meticulosidad. Porque todo sirve en la investigación. Buscan atados con cuerdas y arneses. Porque el terreno es tan abrupto, arenoso, resbaladizo y peligroso que es difícil mantenerse en pie. Lo dicen los militares de montaña que les acompañan. Viendo este arduo trabajo, imaginen cuánto supone la llegada al campamento de un helicóptero cargado. De aquí a los laboratorios móviles donde son analizados. -Redacción-