Agentes del Seprona vigilan los montes para evitar que las quemas de rastrojos provoquen incendios
Desde este mirador divisan los valles del interior de Valencia. A primera hora, los agricultores queman restos de poda y rastrojos. Uno a uno, los agentes del Seprona recorren todos los cultivos en busca de infracciones.Rápidamente localizan el origen del fuego. Es una quema de broza en un campo de naranjos.A 30 grados y con viento, este gesto podría derivar en un incendio forestal. Además de la huerta, en verano la vigilancia se extrema en las zonas recreativas y rurales. Un coche mal estacionado en el monte hace saltar las alarmas... El verano pasado se registraron 200 incendios forestales en la Comunidad Valenciana. El 24% fueron causados por negligencias, como éste en el Montgó que arrasó más de 400 hectáreas.