Afganistán, el voto valiente de los que quieren seguir adelante

Estamos en uno de los más de 6200 colegios electorales abiertos en Afganistán. A pesar de los claroscuros de estos comicios, son muchos los que quieren que la primera transición democrática de poder en el país sea un éxito. “Hoy es cinco de abril, y he venido a cumplir con mi deber islámico y nacional. He llegado muy temprano, he sido uno de los primeros”, nos comenta este votante. Elegir al sucesor de Karzai supone todo un desafío a la amenaza talibán. Cuestiones políticas, étnicas y religiosas se entremezclan a la hora de decantarse por un candidato. “He votado, no me preocupa el problema de la seguridad. No le puede decir a quien he votado. No sé quién es mejor que otro. Dios lo sabe mejor que nosotros”, comenta esta mujer. “Me llamo Luisa, soy observadora. La gente viene a elegir al presidente y a los miembros del consejo provincial. Desde que estoy aquí no he visto ningún intento de fraude, y la seguridad es excelente. Estamos satisfechos con el proceso electoral desarrollado hasta ahora”. Si ninguno de los candidatos consigue el cincuenta por ciento del sufragio, escenas como esta deberán repetirse el 28 de mayo, en la segunda vuelta. “Los afganos han acudido a las urnas desde muy temprano para elegir a su nuevo presidente, que dirigirá el país durante los próximos cinco años. Estoy en el instituto femenino de Zarghona, en Kabul. Detrás mío los hombres están votando. En el otro edificio lo hacen las mujeres. La participación parece ser alta. La policía está por todas partes aplicando estrictas medidas de seguridad. Los que entran a votar son registrados a conciencia”.