Anuncio
Mercados españoles abiertos en 1 hr 4 mins
  • S&P 500

    5.011,12
    -11,09 (-0,22%)
     
  • Nasdaq

    15.601,50
    -81,87 (-0,52%)
     
  • NIKKEI 225

    37.122,95
    -956,75 (-2,51%)
     
  • Dólar/Euro

    1,0635
    -0,0011 (-0,11%)
     
  • Petróleo Brent

    88,66
    +1,55 (+1,78%)
     
  • Bitcoin EUR

    58.411,64
    +669,19 (+1,16%)
     
  • CMC Crypto 200

    1.278,83
    +393,29 (+42,84%)
     
  • Oro

    2.395,20
    -2,80 (-0,12%)
     
  • HANG SENG

    16.161,11
    -224,76 (-1,37%)
     
  • Petróleo WTI

    84,33
    +1,60 (+1,93%)
     
  • EUR/GBP

    0,8565
    +0,0009 (+0,10%)
     
  • Plata

    28,24
    -0,14 (-0,49%)
     
  • IBEX 35

    10.765,00
    +131,10 (+1,23%)
     
  • FTSE 100

    7.877,05
    +29,06 (+0,37%)
     

Vuelos pospandemia. Así podrían cambiar los viajes y los asientos en un avión

La idea de entrar en un espacio pequeño y cerrado con una multitud de personas nunca resultó demasiado atractiva. Y ahora tiene menos atractivo que nunca. Volar después del coronavirus no volverá a ser lo mismo y distintos organismos se encargaron de diseñar los asientos que podrían implementar las aerolíneas una vez que se normalicen los vuelos. El problema es que los pasajeros seguirán sin tener espacio personal.

La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) informó que la industria aérea verá una reducción del 48% en la demanda y una baja del 55% en ingresos por pasajeros este año comparado con 2019. Algunas aerolíneas están introduciendo medidas temporarias para que haya más espacio entre pasajeros y reducir la diseminación de gérmenes, tales como bloquear el temido asiento del medio.

Coronavirus en la Argentina y el mundo: minuto a minuto y las novedades del día

Pero una firma de diseño ha dado un paso más y desarrolló un concepto que rediseñará el asiento de avión. Y podría cambiar el modo en que volamos definitivamente en un mundo post coronavirus.

ANUNCIO

La compañía italiana Aviointeriores difundió nuevos conceptos de asiento diseñados para reducir la diseminación de gérmenes en estos espacios notoriamente ajustados. El primer concepto, Janus, revierte la posición del asiento del medio, de modo que mira hacia la parte trasera del avión y separa a los pasajeros en la misma fila con una protección transparente que rodea los costados y la parte trasera de cada asiento. Hipotéticamente esto evitaría diseminar gérmenes a los pasajeros a cada lado, aunque uno esté apenas a unos centímetros.

El segundo concepto, Glassafe, adapta los actuales diseños de los asientos instalando el escudo transparente entre asientos que miran hacia el frente, aislando a cada pasajero desde los hombros hacia arriba. Esta versión aún deja expuestos los brazos, sin embargo, lo que los hace susceptibles a gérmenes contraídos por el contacto directo con su vecino si disputa el apoyabrazos del medio.

Estos diseños pueden ser un paso en la dirección indicada. Desgraciadamente no resuelven un problema de larga data en el vuelo: aire viejo y estancado compartido. Si bien, el aire se recircula cada seis segundos en los aviones, sólo se incorpora un 50% de aire fresco, lo que significa que la mitad del aire que usted respira, de todos modos, es viejo. Por lo que sea o no que le estornudan encima, esas partículas podrían estar flotando por un tiempo. Y según los Centros para Control y Prevención de Enfermedades usted podría ser susceptible a contraer el coronavirus si está sentado dentro de los dos metros de alguien que tenga el virus.

El sitio de noticias sobre aviación FlightGlobal escribe que los asientos Janus podrían estar listos ya en seis meses y el modelo Glassafe podría estar listo en dos (si la normativa lo permite). Sea o no que estos nuevos conceptos lleguen a estar en los aviones del futuro, muestran que el coronavirus está haciendo evolucionar el modo en que diseñamos los espacios compartidos. El transporte aéreo se va a ver muy diferente; eso en caso de que nos sintamos cómodos entrando en una cabina de avión en algún momento cercano.

Fuente: Fast Company. Traducción de Gabriel Zadunaisky