Viruela del mono no parece una amenaza como el covid: L. Jarvis

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(Bloomberg) -- En las últimas semanas, se han reportado al menos 92 casos confirmados y 28 sospechosos de viruela del mono en Europa, Canadá, Israel, Estados Unidos y Australia. Y esa cifra va a aumentar a medida que se expanda la vigilancia, dijo el lunes Maria Van Kerkhove, de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Esto es algo preocupante, pero no hay motivo para entrar en pánico. La respuesta global a estos grupos de casos, hasta ahora, está funcionando como debería. Los científicos están secuenciando y analizando los genes de muestras del virus. Las agencias de salud pública están rastreando a las personas que podrían haber estado expuestas. Se están realizando esfuerzos educativos para que los trabajadores de la salud y las comunidades vulnerables estén al tanto del brote. Y los gobiernos se están preparando para implementar vacunas y antivirales según sea necesario.

Sin embargo, los casos curiosos plantean interrogantes sobre por qué está ocurriendo esta transmisión ahora y quiénes están en riesgo. Esto es lo que se sabe hasta ahora:

Viruela del mono, ¿por qué ahora?

Los científicos se esfuerzan por responder a esta pregunta clave. Se sabe que existen dos cepas, o clados, de la viruela del mono, y la que circula actualmente parece ser la cepa más leve de África occidental (para más información sobre eso, ver esta explicación de Therese Raphael y Sam Fazeli).

En el pasado, los casos de viruela del mono solían surgir por transmisión de animal a humano en África central u occidental, donde el virus es endémico. “Es lo que llamamos una infección sin salida”, dice Grant McFadden, director del Centro de Biodiseño para Inmunoterapia, Vacunas y Viroterapia de la Universidad Estatal de Arizona. “Se puede propagar de humano a humano por contacto directo, pero la cadena tiende a desaparecer con bastante rapidez”.

Esto hace que el grado actual de transmisión de persona a persona sea preocupante. Una posible explicación es que el virus simplemente haya tenido más oportunidades de contagiar a personas. La administración rutinaria de la vacuna contra la viruela, que también protege contra la viruela del mono, terminó en EE.UU. y otros países en la década de 1970 (el mundo fue declarado libre de viruela en 1980). Esto significa que una parte considerable de la población no tiene inmunidad contra la viruela del mono.

Las personas nacidas durante la era de las vacunas rutinarias contra la viruela podrían conservar cierta protección, dice McFadden. Se sabe que las respuestas inmunitarias a la vacuna contra la viruela son duraderas. Pero cuán bien se correlaciona eso con la viruela del mono es una pregunta abierta.