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Una universidad china implanta el reconocimiento facial para acabar con los novillos

No cabe duda de que 2017 está siendo el año del reconocimiento facial. Esta tecnología que ya utilizan los últimos teléfonos de Samsung (el Note8 y el Galaxy S8) será la función estrella del iPhone X, el teléfono más esperado de los últimos años. Pero este sistema no solo sirve para desbloquear teléfonos móviles o tabletas. También se ha demostrado que es un sistema infalible para luchar contra los novillos y las trampas académicas.

Así ha quedado demostrado en la Universidad de Comunicaciones de China. En este centro, los profesores han implantado un sistema de reconocimiento facial en las aulas para cerciorarse de que son los verdaderos alumnos matriculados los que acuden a clase y hacen los exámenes.

El sistema de reconocimiento facial (Weibo/BeijingNews)
El sistema de reconocimiento facial (Weibo/BeijingNews)

Según informa el China Daily, más de 300 estudiantes tienen que colocarse delante una tableta situada en la mesa del profesor para poder ser reconocidos todas las mañanas. Si su rostro coincide con los rasgos almacenados en la base de datos del aparato, pueden sentarse y atender a la clase. Si no, se les exige explicaciones.

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De esta forma se acabaron prácticas tan poco éticas como pedirle a un amigo que firme en la hoja de asistencia en nombre de otra persona o peor aún, que haga un examen haciéndose pasar por otro estudiante.

Esta original forma de combatir el absentismo escolar ha sido desarrollsada por un profesor llamado Shen Hao, que ha utilizado un programa de Inteligencia Artificial de código abierto programado por la red social china Baidu.

Hao explica en el mismo medio que su sistema “reduce la carga de trabajo a los estudiantes, ya que no tienen que perder el tiempo firmando. Además, es casi infalible: solo falla con un solo estudiante, al que nunca reconoce“.

Al tratarse de un experimento llevado a cabo en China, ninguna asociación de estudiantes ha protestado por los evidentes problemas de privacidad que supone este sistema. ¿Qué pasaría si en Europa algún centro impusiera esta forma de identificación? Seguramente habría protestas estudiantiles… O a lo mejor no, porque ya hemos aceptado este sistema en los aeropuertos.