El truco psicológico que va hacer que se vendan más coches eléctricos
Las compañías de automóviles saben que el futuro pasa por el coche eléctrico. Todos sus proyectos son de vehículos de este estilo. Pero los consumidores no lo tienen tan claro: los coches eléctricos son caros, tienen poca autonomía comparados con los coches de combustión y, lo más importante, recargar sus baterías es un proceso tedioso, si lo comparamos con echar gasolina.
Las marcas de automóviles lo saben y entienden el miedo que mucha gente tiene a quedarse sin batería en medio de la nada, lejos de una estación de carga. Por eso están fomentando la creación de lugares de recarga no solo en autopistas, sino también en municipios remotos. El objetivo es transmitir a los ciudadanos que los coches eléctricos no les van a dejar tirados en un pueblo de mala muerte, sin posibilidad de recarga.
Según recoge la revista Wired en su web, Paul Stern, presidente del Instituto de Investigación Social y Medioambiental, que estudia el modo en que las personas toman decisiones relacionadas con la sostenibilidad, afirma que el mero hecho de ver las estaciones de carga de vehículos eléctricos en un mapa podría aliviar la ansiedad de algunos compradores potenciales por encontrar un lugar donde cargar. Una red de estaciones de recarga muy visibles a lo largo de las carreteras más transitadas también podría atraer la atención de los conductores hacia los vehículos eléctricos, afirma Stern.
A pesar de los avances en la tecnología de las baterías, que permiten a algunos vehículos eléctricos recorrer cientos de kilómetros entre cargas, las encuestas sugieren que la ansiedad por la autonomía sigue asustando a los posibles compradores. En esas mismas encuestas solicitan que quieren saber que habrá cargadores en todas las rutas posibles, aunque "normalmente no se detengan", dice.
Por eso, en Estados Unidos se acaba de aprobar una Ley de Infraestructuras que destinará 5.000 millones de dólares a colocar estaciones de recarga de vehículos eléctricos aproximadamente cada 75 kilómetros a lo largo de los tramos designados de las autopistas nacionales.
Los cargadores son una parte fundamental del plan del gobierno de Biden de construir 500.000 estaciones públicas de recarga rápida en los próximos ocho años, para apoyar lo que se espera que sea una avalancha de vehículos eléctricos en las carreteras. Según el Departamento de Energía, en la actualidad hay 47.000 estaciones de recarga públicas, de las cuales menos de 6.000 son cargadores rápidos que pueden recargar un vehículo eléctrico en tan sólo 30 minutos. Esta administración quiere que la mitad de las nuevas ventas de automóviles para 2030 sean de cero emisiones, frente al 4% del año pasado.
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