Yahoo Finanzas Así es la trampa que ha tendido Suecia a las personas que contratan servicios de prostitutas
La prostitución es un asunto que genera mucha polémica y no son pocas las asociaciones que intentan concienciar sobre una terrible realidad: detrás de cada anuncio de servicios sexuales hay una mujer explotada.
Las mujeres que ejercen libremente la prostitución son una minoría, algo que mucha gente desconoce y que las mafias que se dedican a la trata de mujeres aprovechan para su beneficio. Por eso, una organización sueca ha llevado a cabo una acción para concienciar a quienes realmente deben conocer la verdad: los clientes.
La organización sueca Talita se ha propuesto combatir la trata de mujeres actuando sobre el pilar que mantiene el negocio a flote: la clientela. Para ello, ha ideado una acción impactante en colaboración con la agencia Åkestam Holst en la que han colocado un cebo para atraer a potenciales clientes de servicios sexuales a una merecida “trampa”.
Lo que hicieron fue colocar carteles publicitarios por todo el país en los que se publicitaban servicios sexuales, con la promesa de contactar con “chicas reales y sin perfiles falsos”. En los anuncios figuraba un número de teléfono asociado a una línea creada especialmente para la campaña.
Sin embargo, los hombres deseosos de sexo pagado que llamaron al teléfono del anuncio se encontraron con algo muy diferente a los placeres que esperaban: una serie de grabaciones en las que víctimas reales de la esclavitud sexual narraban sus espeluznantes historias. Testimonios traumáticos como el de Abigail, que fue engañada para trabajar como prostituta en Suecia por un hombre que le quemaba con cigarrillos y la mordía hasta hacerle sangrar; o el de Sonia, que al llegar a Estocolmo fue prostituida, agredida y violada a diario.
Josephine Appelqvist, cofundadora de Talita, explica que la mayoría de los hombres que contratan servicios sexuales creen que sus acciones son correctas. El objetivo de esta campaña es quitarles la venda de los ojos y hacerles escuchar la realidad a la que están contribuyendo. Muchos de ellos preferirán “no saber”, pero después de escuchar de viva voz las escalofriantes historias de estas mujeres, los que cayeron en la trampa de Talita probablemente se lo pensarán dos veces antes de volver a llamar a un servicio de call-girls.
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