Anuncio
Mercados españoles abiertos en 28 mins
  • S&P 500

    5.149,42
    +32,33 (+0,63%)
     
  • Nasdaq

    16.103,45
    +130,25 (+0,82%)
     
  • NIKKEI 225

    40.003,60
    +263,20 (+0,66%)
     
  • Dólar/Euro

    1,0866
    -0,0011 (-0,10%)
     
  • Petróleo Brent

    86,86
    -0,03 (-0,03%)
     
  • Bitcoin EUR

    59.253,37
    -3.511,60 (-5,59%)
     
  • CMC Crypto 200

    885,54
    0,00 (0,00%)
     
  • Oro

    2.158,80
    -5,50 (-0,25%)
     
  • HANG SENG

    16.539,25
    -197,85 (-1,18%)
     
  • Petróleo WTI

    82,71
    -0,01 (-0,01%)
     
  • EUR/GBP

    0,8550
    +0,0009 (+0,10%)
     
  • Plata

    25,15
    -0,11 (-0,46%)
     
  • IBEX 35

    10.596,70
    -1,20 (-0,01%)
     
  • FTSE 100

    7.722,55
    -4,87 (-0,06%)
     

Ser millonario es beneficioso para la salud: alarga la vida

Familia de millonarios
Getty Images

Lo repetimos hasta la saciedad, tanto que parece una verdad de Perogrullo: el dinero no hace la felicidad.

Es cierto y ejemplos sobran, pero por otro lado sabemos que una cuenta abultada tiene otros beneficios. Y lo ha demostrado la ciencia.

En un estudio publicado en The Lancet, científicos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston informan de que el 1% de los estadounidenses más ricos viven un promedio de 10 a 15 años más que el 1% más pobre.

De acuerdo con la investigación, desde 2001 las personas con menos ingresos no mostraron un aumento en la supervivencia, mientras que las personas de grupos de ingresos promedios y altos han ganado en promedio dos años de esperanza de vida.

ANUNCIO

¿A qué se debe esto? En primer lugar, las personas con ingresos más bajos tienden a adoptar hábitos como fumar y comer alimentos poco saludables, a la vez que no suelen ser capaces de pagar por cuidados de salud de alto nivel.

En los últimos años las tasas de pobreza han aumentado, a la par de la obesidad y enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, lo que puede contribuir a la muerte temprana.

<em>Foto: Consumer Report</em>
Foto: Consumer Report

Este círculo vicioso empeora por varias razones, señalan los autores del estudio. Por ejemplo, los pobres son menos propensos a aprovechar el plan de salud federal Medicare, pues muchos fallecen antes de alcanzar la edad requerida para ser elegibles para esos beneficios de salud.

“Los estadounidenses de bajos ingresos van quedando atrás”, escribe el co-autor Jacob Bor, profesor asistente de salud global en la Universidad de Boston.

Dado los estrechos vínculos y la retroalimentación negativa entre la salud y los ingresos, si las brechas de ingresos entre los grupos sociales continúan creciendo, también sucederá con los estados de salud.

De continuar las tendencias actuales, los autores del estudio creen que en una sola generación, la brecha en la longevidad entre el 20% más rico y más pobre de los estadounidenses se extenderá a una década.

“Sin intervenciones para desvincular los ingresos y la salud, o para reducir las desigualdades en los ingresos, podríamos ver la aparición de una trampa de la pobreza de la salud del siglo XXI y mayor expansión e intensificación de las desigualdades socioeconómicas en materia de salud”, concluyeron.