Ropa hecha de algas: el futuro de la moda sustentable crece en los estanques

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Ropa hecha de algas: la moda sustentable que crece en los estanques. Foto: Getty Images
Ropa hecha de algas: la moda sustentable que crece en los estanques. Foto: Getty Images · Ariel Skelley via Getty Images

No solo la mentalidad de los consumidores y, por tanto, la de las empresas, se inclina cada vez más hacia la sostenibilidad. Los inversores también notan un aumento en la demanda de productos ecológicos y están dispuestos a desembolsar millones.

Se trata de una realidad con la que tendrán que lidiar eventualmente los grandes fabricantes y minoristas: los consumidores jóvenes son más conscientes que nunca de las prácticas que deterioran el medio ambiente y eso está cambiando de forma radical los hábitos de compra tradicionales.

Estadísticas citadas por Bloomberg indican que el mercado de ropa de segunda mano crece más rápido a nivel mundial que el mercado de ropa en general. Este último produce más de 100 mil millones de prendas al año y es responsable de hasta el 10% de las emisiones humanas de dióxido de carbono, más que los viajes aéreos y marítimos combinados.

Por supuesto, muchos compradores están al tanto de que la mayoría de estas prendas no se recicla y termina en los vertederos o se amontonan en pilas que obstruyen los ríos y playas de países en desarrollo; así que todos los componentes de la industria de la moda deberán dar un giro decisivo si no quieren perder ganancias.

Ropa de algas, ¿el Tesla de la moda?

Desde hace varios años, solucionar un desafío de tal magnitud se ubica entre las principales directrices del trabajo de Charlotte McCurdy, investigadora, diseñadora y profesora asistente en la Universidad Estatal de Arizona.

McCurdy diseñó en 2018 un impermeable hecho de algas marinas que absorben carbono, en un ejercicio de pensamiento sobre lo que usan las personas para protegerse de un clima cada vez más loco debido a la propia actividad humana.

Esa y otras creaciones de McCurdy hechas con plástico a base de algas han sido exhibidas en museos, aunque no comercializadas. Por lo pronto, la diseñadora solo busca mostrar que, con un poco de imaginación, es posible hacer por la moda lo que inclinarse a la energía eléctrica está haciendo por los automóviles.

“Parte de mi visión sería algo así como el modelo Tesla en diseño de moda”, dije McCurdy a Bloomberg. “Hacer que la gente quiera lo más sostenible, incluso si es por la razón equivocada”.

La investigadora se refiere al problema de los altos costos que tendría, en un principio, fabricar ropa hecha de algas u otros materiales ecológicos. Pero considera que la ventaja de las fibras derivadas del petróleo, actualmente más baratas, se disipará a medida que el mundo haga la transición a una energía más limpia.