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Lo que te puede pasar si no comunicas a tu empresa un contacto directo con un positivo

Una buena parte de la población que antes teletrabajaba ha regresado progresivamente a las oficinas en los últimos meses, con el consiguiente refuerzo de los protocolos sanitarios. En plena tercera ola de coronavirus y con la campaña de vacunación recién empezada, toda precaución es poca.

Distancia mínima de 1,5 metros entre puestos de trabajo, uso obligatorio de mascarillas y constante desinfección son algunas de las medidas que las empresas han impuesto para garantizar la seguridad en el espacio laboral. Sin embargo, hay algunos aspectos que las compañías no pueden controlar. Y es que, aunque los empleados extremen la precaución durante su jornada laboral, siempre se pueden contagiar de camino al trabajo o durante su tiempo libre. En estos casos, ¿qué pasaría si un trabajador no comunica a su empleador que ha estado en ‘contacto estrecho’ con un positivo?

Se entiende por ‘contacto estrecho’ el contacto físico durante más de 15 minutos, sin distancia de seguridad ni mascarilla, con una persona infectada durante los dos últimos días antes de que esta presentara síntomas o se le hubiera diagnosticado. Este tipo de contactos se suelen dar más a menudo con convivientes, familiares, pareja, amigos cercanos o compañeros de piso.

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Dos mujeres con mascarilla, guantes y guardando distancia social se pasan un documento en una oficina.
En situaciones excepcionales como la que estamos viviendo, debemos mirar por la salud de los demás y notificar a la empresa siempre que sospechemos habernos contagiado. Getty Creative

Pongamos el siguiente ejemplo: una persona A presenta síntomas compatibles con la Covid-19 o da positivo tras haber estado en ‘contacto estrecho’ con una persona B, que ha dado positivo. El protocolo sanitario actual dicta que la persona A debe comunicarlo a los servicios de salud, para que todos aquellos con los que haya interactuado en los últimos días sepan que podrían estar contagiados también.

Aunque la persona A no presentase ningún síntoma, debe guardar una cuarentena de 14 días igualmente por haber estado en contacto con un positivo. El ser asintomático no implica que no pueda contagiar a los demás; de hecho, cerca de la mitad de los contagios actuales proceden de personas sin síntomas.

Proteger la salud de nuestros compañeros prevalece sobre el derecho a no informar sobre el motivo de una baja laboral

Ahora pongamos el supuesto de que la persona A no presentara síntomas y decide continuar con su vida como si nada, sin guardar la cuarentena obligatoria. ¿Qué pasaría si la empresa para la que trabaja no es informada de que este empleado ha estado en contacto estrecho con un positivo?

Si es la empresa la que descubre que el trabajador tiene síntomas de Covid-19 mediante los controles rutinarios (asumiendo que el empleado no ha informado de nada porque desconocía su situación), el empleador deberá retirar al trabajador de su actividad laboral. Por supuesto, tendrá que informar a los trabajadores que han tenido contacto estrecho con él. Sus compañeros deberían hacerse una PCR, para confirmar si realmente tienen el virus o no. En caso de dar positivo, evidentemente, todos deberán guardar cuarentena en su domicilio.

Por otro lado, si se da el caso de que el trabajador, a pesar de saber que ha estado en contacto con un positivo, no lo comunica a la empresa, se puede exponer a graves sanciones de empleo y sueldo por vulnerar el deber laboral de acatar las medidas de prevención de riesgos laborales. El derecho a no informar sobre el motivo de una baja laboral por enfermedad se solapa con la defensa de los otros derechos, como el de la protección de la salud del resto de trabajadores en situaciones excepcionales.

Por tanto, siempre que sospechemos que podríamos estar contagiados debemos avisar a la empresa, a fin de proteger al resto de trabajadores y reducir la propagación del virus. Aun así, para sortear este tipo de situaciones, lo mejor es evitar salidas innecesarias y reducir nuestro círculo de contactos al mínimo, al menos, hasta que la situación epidemiológica mejore.

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