Yahoo Finanzas ¿Pueden despedirme por lleva la mascarilla mal colocada?
Hace aproximadamente un año ya que las mascarillas comenzaron a verse fuera del espacio sanitario. Aquellos a los que se les acusaba de hipocondriacos o alarmistas por llevarlas en febrero del año pasado, cuando el coronavirus aún sonaba como algo lejano, acabaron llevando la razón. El virus se hizo pandemia.
En marzo, ante la escasez generalizada de materiales y la falta todavía de estudios científicos que confirmaran su efectividad, el uso de mascarillas se reservaba a personas con riesgo confirmado de transmitir el virus. Tras varios cambios de criterios y opiniones diversas, el Gobierno anunciaba en mayo la regulación obligatoria del uso de las mascarillas.
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Ya tenemos bastante claro que hay que emplearlas y en qué circunstancias es más importante hacerlo, porque efectivamente, reducen considerablemente la transmisión de la enfermedad. Hasta aquí todos de acuerdo. Pero después de casi un año conviviendo con el virus, hay algunos que aún se muestran reticentes a asumir los preceptos inherentes a este concepto de ‘nueva normalidad’, que son, principalmente, el distanciamiento social y, por supuesto, el uso obligatorio de las mascarillas. Para aquellos que no se han enterado, que juegan al despiste o que simplemente son negacionistas, por supuesto también es obligatorio su uso.
Es más, en determinadas circunstancias un trabajador puede ser despedido si no lleva bien puesta la mascarilla. Así le ocurrió a una pescadera de los supermercados DIA que de forma consciente e insistente se colocaba el protector facial por debajo de la nariz. Ahora, un juzgado confirma que su despido por tal motivo fue procedente.
El Juzgado de lo Social número 6 de Santander ha declarado como procedente el despido de la trabajadora "por no seguir las indicaciones de su superior y colocarse correctamente la mascarilla, así como por dirigirse en tono amenazante a una clienta que lo había denunciado". En la sentencia, la magistrada considera que la actuación de dicha trabajadora "debe encuadrarse dentro de las faltas muy graves" que llevaron a la empresa a despedirla.
La trabajadora denunció el despido por considerarlo ‘desproporcionado’
La empresa apoyó el despido en junio en tres faltas graves que se determinó que había cometido la trabajadora. Estas fueron: vulneración de las normas de seguridad, falta notoria de respeto o consideración al público, y malos tratos de palabra u obra, abuso de autoridad, falta de respeto y consideración a jefes, compañeros y público en general.
La representación de la trabajadora consideraba la medida "desproporcionada” ya que los hechos "no revisten la entidad suficiente para justificar el despido". Por eso mismo decidió llevar la decisión de la empresa a los tribunales.
El juzgado ha declarado que la empresa actuó adecuadamente. La sentencia además alude a que, al margen de las recomendaciones generales sobre el uso de la mascarilla, la empleada se encontraba “prestando servicios con un producto no envasado, el pescado, por lo que, las normas de prevención de riesgos laborales elaboradas por la empresa demanda le obligaban al uso correcto de la misma, tapando la boca y la nariz”. Además, a este hecho se ha sumado el “tono amenazante” que usó la trabajadora, tal y como dice la sentencia, lo que ha abocado a la autoridad laboral a dar por lícito el despido de la empleada.
La trabajadora incumplió los protocolos de seguridad e higiene que había fijado la empresa frente a la amenaza por la pandemia. Además, el encargado de la tienda le había hecho numerosos requerimientos sobre la necesidad de llevar bien puesta la mascarilla.
El decreto que regula el uso obligatorio de las mascarillas fue aprobado el 9 de junio por el Gobierno en el Consejo de Ministros tras consensuarlo con las comunidades autónomas.
El uso correcto de las mascarillas no solo es una obligación, sino un acto de solidaridad, ya que su función es básicamente proteger al resto.
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