Por qué cada vez hay más comida, pero tiene menos nutrientes

Jaime Quirós – Es innegable que cada vez tenemos más opciones de elección en la vida. por ejemplo, en cualquier restaurante podemos apreciar que en general el abanico de opciones de alimentos ha crecido. También si nos guiamos por el tipo de local: desde comida asiática a comida latina, podemos elegir cualquier país o región del mundo. Y si vamos al supermercado la variedad de productos también es muy amplia y la cantidad rebosante.

Sin embargo, muchos se plantean la pregunta: ¿los alimentos de ahora contienen menos nutrientes que los que comían nuestros abuelos y tatarabuelos? ¿es realmente cierto o sólo una mera impresión? Pues es verdad. Con los años los alimentos han estado perdiendo los nutrientes esenciales que nos alimentan. De hecho, en 2006, la ONU ya tenía un término para este tipo de fenómeno: malnutrición B. A pesar de que gocemos de una cantidad casi infinita de alimentos, contienen pocos nutrientes.

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Foto: Manzanas. Getty

Y muchos estudios pueden corroborar esta afirmación. Ya en 1997 lo afirmaba la investigadora Anne-Marie Mayer, consultora en nutrición, que estudió si el contenido mineral de frutas y hortalizas había variado entre la década de 1930 y la de 1980. Halló descensos significativos en calcio (19 %), hierro (22 %) y potasio (14 %).

En España pasa lo mismo. Como afirma en El Confidencial María Dolores Raigón, doctora en Ingeniería Agronómica y profesora de la Universitat Politècnica de València, los productos alimenticios de nuestro país sufren la misma carencia. Por ejemplo, el tomate. Concluyó que la hortaliza contenía baja concentración de algunas vitaminas y un descenso considerable de sustancias de carácter antioxidante, comparada a los ejemplares analizados años anteriores.

Este problema viene de lejos y se va agravando. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) junto a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) insistieron en 2014 en la presencia y evolución de la malnutrición B y de sus efectos en la población mundial. Pero ¿cuáles son los principales factores que ocasionan esta carencia?

El primer causante son los suelos de cultivo. El desgaste cientos de años de agricultura y el uso indiscriminado de pesticidas y agentes debilitan la tierra. El resultado es que las plantas han perdido la capacidad de absorber nutrientes naturales. Otra causa es la manipulación genética de las semillas. Resuelven el problema de escasez de alimentos, pero baja el nivel de calidad y cantidad de nutrientes considerablemente. Obtener frutas como el mango fuera de temporada, habiendo acelerado su maduración hace que la planta no se desarrolle de manera natural y esto ocasiona estas deficiencias.

Las cebollas ya no aportan la misma cantidad de selenio que las de hace 50 años. Ni las naranjas poseen la misma cantidad de vitamina C. No dejamos ser plantas a las plantas. La principal consecuencia es que la comida ecológica va aumentando su fama. Al ser cosechada de manera natural, crecen normalmente y no muestran esta carencia de nutrientes.

La mejor manera para poder aprovechar correctamente los alimentos es tratar de consumir productos de temporada y frescos. Lo ecológico a priori siempre será mejor opción. Todo sea por nuestra salud.

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