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Por qué faltamos al trabajo otra vez como antes de la crisis

Por qué faltamos al trabajo otra vez como antes de la crisis

Viaje de ida y vuelta en el absentismo laboral, en las bajas por enfermedad, técnicamente conocidas como contingencia común. Tras años a la baja, el absentismo laboral comenzó a repuntar en 2014 y se disparó de forma definitiva el 2015. Sólo el año pasado se contabilizaron 3.934.380, un 10,23% más que en el ejercicio precedente, según reflejan las estadísticas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social y de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT). La duración media de las bajas de mantuvo estable en el entorno de los 42 días –42,36–.

La tónica en lo que va de 2016 es similar. Las bajas laborales siguen creciendo. hasta septiembre lo hicieron un 10,6 % interanual, con cerca de 376.000 casos de incapacidad temporal por accidente o enfermedad no profesional.

Los expertos achacan esta evolución al incremento del número de trabajadores en activo pero también a cierta pérdida del miedo a perder el empleo y a una falta de concienciación por parte de trabajador y empresa. Es la opinión por ejemplo del subdirector general de Asepeyo, Ricardo Alfaro, quien explica a Efe que “No se trata de prejuzgar al trabajador”, ya que en la mayoría de los casos el problema está en la prolongación innecesaria de muchas bajas por las dilaciones entre consultas en los servicios públicos de salud.

[También de interés: Lo último  para ahorrar: la duración de las bajas laborales se determinará por decreto]

En España, tomando como referencia los datos de esta compañía –dos millones de empleados de 220.000 empresas–, solo el 17,49% de los asalariados llegan a acogerse a alguna baja por contingencia común a lo largo del año pero hay un 5,59% que llega a pedirse más de tres anuales. Es decir, que como suele pasar con las estadísticas –recordemos la famosa estadística del pollo- las conclusiones están un tanto distorsionadas porque algunos colectivos tienden a ser reincidentes a la hora de ausentarse del trabajo.

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Entre las patologías más comunes que están tras estas bajas encontramos las de columna lumbar (13%), las psiquiátricas (11%) y las gripes (7%). La duración media depende de la enfermedad o dolencia por la que no puedan asistir al puesto de trabajo y van de los 6,22 días por gripes a los 61 por dolencias cardiacas o los 88 por afecciones oncológicas.

Las bajas suponen un problema de salud para el trabajador y un problema económico para la empresa. Pero la mayoría de las compañías españolas desconoce el impacto económico final que tiene el absentismo laboral. La consultora Ayming, especializada en capital humano, presentaba hace unos meses el primer Barómetro del Absentismo Laboral en España 2016. En declaraciones al diario Cinco Días esta empresa señalaba que cada 1% de absentismo se llega a traducir en un coste del 1,87% de masa salarial que asume la compañía. En España, según sus datos, la economía del país llega a tener pérdidas de entre 30.000 y 35.000 millones de euros por este tema.

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