Moscú responde a la marcha de Renault reviviendo Moskvich, su marca soviética de coches
No ha tardado nada el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, en encontrarle una salida a la fábrica de Renault en la ciudad tras anunciar la compañía francesa su salida del país como consecuencia directa de la invasión rusa a Ucrania. Según recoge la CNN, que cita un comunicado del edil, su intención es revivir Moskvich, la antigua marca de vehículos soviética desaparecida hace décadas y convertida en clásico para coleccionistas.
El anuncio de Renault se produjo a principios de esta misma semana, cuando comunicó su decisión de desprenderse de sus activos en Rusia y vender su filial rusa al Ayuntamiento de Moscú. También de su participación mayoritaria del fabricante de automóviles Avtovaz, organismo del estado ruso. Aunque su venta incluía una cláusula por la que se reserva el derecho a recomprar durante un periodo de seis años.
La fábrica de Moscú en la que hasta ahora se fabricaban los vehículos Renault es la que, según explica la CNN, ha sido vendida Moscú. Y es esa planta donde se producirá la recuperación de la extinta marca soviética. “El propietario extranjero ha decidido cerrar la fábrica de Renault en Moscú. Es su derecho, sin embargo, no podemos permitir que los varios miles de trabajadores fuertes se queden desempleados. Por lo tanto, tomé la decisión de registrar la planta como un activo de la ciudad y reanudar la producción de automóviles de pasajeros bajo la histórica marca Moskvich”, ha comunicado Sergei Sobyanin, que añade que “en 2022, estamos pasando una nueva página en la historia de Moskvich”.
La idea del alcalde moscovita es mantener a los trabajadores de la planta en sus puestos y surtirla con piezas compradas a fabricantes rusos. Su plan es comenzar fabricando coches de gasolina y acabar diversificándose para producir también eléctricos.
Según explica CNN, Moskvich dio sus primeros pasos a finales de los años veinte y estuvo en funcionamiento hasta 1991 sin llegar a ser un éxito fuera de sus fronteras. Nació con la idea de proporcionar a los rusos coches robustos a un coste asequible aunque, apuntan, no fueron conocidos por su calidad precisamente. Tanto es así que, recuerdan en la cadena estadounidense citando el libro Cars for Comrades de Lewis Siegelbaum, en los sesenta funcionarios del régimen soviético pidieron explicaciones por los defectos del modelo Muskovich 408.
En los setenta, recoge ese mismo libro, el gobierno ruso firmó con Renault un contrato para modernizar la fábrica que ahora deja atrás y fabricar 200.000 vehículos. Disuelta la Unión Soviética, se paró la producción. En 2005 reabrió de nuevo de la mano de Renault y Moscú.
La agencia Autostat asegura que a día de hoy en Rusia siguen registrados al menos 200.000 coches Moskvich. Descritos como resistentes y a precios razonables, su mejor época fueron los sesenta y setenta, como informa El Español, que se hace eco también de los distintos cambios de nombre de la compañía a lo largo de los años y sus distintas etapas.
En algunas web de venta de coches de segunda manos se pueden encontrar algunos modelos por varios miles de euros. Hay ofertas que van desde los 2.000 euros.