Yahoo Finanzas Los excéntricos hábitos de los CEOs del mundo de la tecnología
No cabe duda de que las personas excepcionales por lo general tienen actitudes en la vida que se diferencian de las de nosotros, la gente ordinaria.
Se dice, por ejemplo, que a Benjamín Franklin le gustaban sus “baños de aire”, completamente desnudo, que a Albert Einstein -que no solía usar medias- se le ocurrió la Teoría de la Relatividad mientras soñaba con vacas electrocutadas, y que el célebre físico Nikola Tesla flexionaba los dedos de sus pies todas las noches para estimular sus células cerebrales.
De manera que a las grandes mentes de hoy suele ocurrirles lo mismo: cada vez que sabemos de ellos, constatamos que junto con la grandeza de sus logros hay una serie de manías y de tics que los convierten en seres fuera de la norma.
Una de las grandes mentes de la actualidad es el inventor Yoshiro Nakamatsu, conocido como el padre del disquete de computadora, quien posee miles de patentes a su nombre.
Con 87 años a sus espaldas, a Nakamatsu se le conoce como el Edison de Japón, en homenaje a Thomas Edison, del fonógrafo, el telégrafo o la pila alcalina. También lo llaman Dr. NakaMats. Entre sus invenciones están unos zapatos con muelles que ayudan a desplazarse con mayor velocidad, una silla que ayuda a pensar y un tipo de chocolatinas que fomentan la creatividad.
Pues contrariamente a Einstein, Nakamatsu duerme tan solo cuatro horas, para no perder más tiempo y seguir generando ideas. Justamente para proteger sus pensamientos, este excéntrico se hizo construir un baño de azulejos de placas de oro de 24 quilates, que él llama “habitación calma”, pues está convencido de que el oro impide que las ondas de radio entren a la habitación e interfieran en su creatividad.
Otro de los creadores de primer rango que destacan por su excentricidad es Andrew Mason, fundador y ex CEO de la compañía Groupon, dedicada a las ofertas con descuento por Internet.
Según se ha sabido, Mason es famoso por sus travesuras poco convencionales. Entre estas está haber planeado regalarle al alcalde de la ciudad de Nueva York, Michael Bloomberg, un pony como mascota. También ha hecho público poemas que asemejan más bien a un manual de instrucciones (“¿Qué significa/para un vendedor de máquinas expendedoras?/si presentas un nuevo producto en una máquina/Y se vende totalmente al día siguiente?”).
Para no hablar video de nueve minutos que se grabó y subió a Internet, en ropa interior, haciendo yoga delante de un árbol de Navidad.
Pero hay más excéntricos. Sandy Lerner, co-fundadora de Cisco Systems, es fanática a las justas estilo medieval. Sí, aquellas en las que los caballeros, montados en caballos, combatían con lanzas. Por eso Lerner se ha tomado en serio la cría de caballos, la compra de ropa de la época isabelina, y el lanzamiento de la jabalina en su granja de 800 acres de Virginia.
También se dedica a la recolección de libros raros, una afición que le roba tiempo, pero que no le impide haberse leído más de 60 veces la novela “Persuasión”, de Jane Austen.
En cuanto a Mark Zuckerberg, co-fundador y CEO de Facebook, todos sabemos que no ha escondido su furor por el mandarín, una lengua que pretende hablar de manera fluida para poder practicar con sus seguidores en el gigante asiático.
En el orden alimenticio, Zuckerberg ha llegado a declarar que planeaba comer sólo carne cosechada de animales a los que solo él les haya dado muerte. Desde entonces se ha convertido en un carnicero experimentado en pollo, cerdos e incluso cabras. “Estoy comiendo alimentos mucho más saludables -le confesó a la revista Fortune-. Y he aprendido mucho sobre agricultura sostenible y crianza de animales”.
El último de este grupo de excéntricos es Bob Parsons, antiguo CEO de GoDaddy.
Parsons es, controversialmente, un entusiasta de la caza de animales grandes, por lo que ya atrajo la ira de la asociación PETA cuando un video en el que él participa en una caza de elefantes en Zimbabue apareció en el sitio de la que fue su compañía.
Según sus declaraciones, su hobby supuestamente se limita a “elefantes problemáticos” en comunidades, un entretenimiento que evita la destrucción de cultivos importantes. “No hay nada de qué avergonzarse -declaró a ABC News-. Creo que es algo que debería ser grabado, nada más que para que la gente vea lo que pasa por allá”.
