Yahoo Finanzas El poder de Leonardo DiCaprio en Hollywood es más grande de lo que pensábamos
La creciente fama de Leonardo DiCaprio en los 90 fue tan inmensa que no había estudio de Hollywood que no quisiera contar con él. Diario de un rebelde, La habitación de Marvin, Romeo+Julieta y, sobre todo, Titanic consolidaron al que se convertiría en una de las mayores estrellas que nos ha dado el cine. Pero, aunque esto no sorprenda a nadie, si puede hacerlo la mucha influencia que tuvo para lanzar las carreras de otras estrellas de Hollywood con un simple gesto de decidir qué papeles interpretar, como bien fue el caso de Christian Bale.
Así lo ha reconocido el propio Bale en una entrevista con GQ, donde en medio de la promoción de Amsterdam, su nueva película junto al director David O. Russell, admitió que si obtuvo su papel en American Psycho, el que impulsó su carrera y derivó al no parar de papeles en blockbusters de alto nivel como Batman, fue gracias a una decisión de DiCaprio. Y es que la estrella de Titanic fue la primera opción para protagonizar este thriller criminal dirigido por la cineasta Mary Harron. Sin embargo, según contó la guionista Guinevere Turner, participar en una película donde se muestra violencia contra las mujeres no le convenía después de erigirse como un galán romántico en el clásico de James Cameron, por lo que dejó vía libre a que el actor de El truco final o The Fighter ocupara su puesto.
Bale aborda la cuestión con un tono bromista, señalando que muchas celebridades de Hollywood deben sus carreras de éxito a que DiCaprio decidiera qué papeles no escoger, puesto que todos los estudios querían tenerlo en sus grandes producciones y un simple rechazo se traducía en una oportunidad de oro para cualquier otro intérprete.
“No soy solo yo. Mira, hasta el día de hoy cualquier papel que alguien obtiene es solo porque [Leo] lo aprobó de antemano”, dijo Bale. “No importa lo que te digan los demás. No importa cuán amigable seas con los directores. Todas esas personas con las que he trabajado varias veces, todas le ofrecieron cada uno de esos roles primero. ¿Verdad? Una de esas personas me dijo eso. Entonces, gracias, Leo, porque literalmente, puede elegir todo lo que hace. Y bien por él, es fenomenal”, continuaba bromeando.
Pero, aunque lo afirme desde un tono liviano, es innegable su intención de resaltar el poder que el actor de El lobo de Wall Street ejerció en las altas esferas. Sobre todo, valorando los proyectos tan icónicos que rechazó y que fueron una catapulta enorme para estrellas que, como en el caso de Bale, por aquel entonces no lo eran tanto.
Por ejemplo, como confirmó el director Paul Thomas Anderson al podcast Smartless este mismo año, Leonardo DiCaprio fue su primera opción para protagonizar su aclamada Boogie Nights en 1997. Sin embargo, ante la oferta de James Cameron de protagonizar Titanic, decidió decantarse por el que se convertiría en uno de los títulos más taquilleros de todos los tiempos. En su lugar, Mark Walhberg, que hasta entonces no había tenido ningún rol protagónico, pasó a protagonizar esta comedia dramática que se convirtió en otro clásico de los 90.
Es decir, que Mark Wahlberg, ante el ascenso meteórico que vivió después protagonizando grandes producciones de Hollywood como La otra cara del crimen, La tormenta perfecta o el remake de El planeta de los simios, debe mucho a una simple decisión de Leonardo DiCaprio. Y no es el único ejemplo, puesto que su nombre también sonó para otros míticos títulos de la época como Matrix.
Según contó el productor Lorenzo di Bonaventura, el actor de El renacido fue, junto a otras estrellas como Brad Pitt, Will Smith e incluso Sandra Bullock, una de sus opciones para ser Neo. De hecho, llegó a aceptar el papel, pero finalmente decidió que no le apetecía hacer otra película repleta de efectos especiales tras Titanic.
"La primera estrella de cine que dice que sí es Brad Pitt, está haciendo 'Siete años en el Tíbet' y luego sale y dice 'Estoy demasiado agotado para asumir esto', así que se fue", afirmó el productor a The Wrap. “Luego vamos a Leonardo [DiCaprio]. Él dice que sí, tenemos reuniones con él y luego dice: 'Sabes, no puedo hacer otra película de efectos visuales después de haber terminado 'Titanic', y se retira. Luego Will Smith se une y se retira”.
Así, el personaje cayó finalmente en Keanu Reeves, que tras años destacando en cintas de acción como Le llaman Bodhi o Speed se erigió como un icono irremplazable del género gracias a su trabajo con las Wachowski.
También se puede decir lo mismo de actores que tuvieron oportunidades de oro en sagas como Spider-Man, Batman o Star Wars, como fue el caso de Tobey Maguire, Chris O'Donnell o Hayden Christensen. Y es que DiCaprio tuvo oportunidad de participar en todas estas franquicias de renombre. Por ejemplo, James Cameron le puso en el radar para interpretar al hombre araña en una película que intentó sacar adelante a principios de los 90 sin mucho éxito, dejando así la puerta abierta a que Sony desarrollara la trilogía de Sam Raimi que protagonizó Maguire.
Más adelante, llegó a reunirse con Joel Schumacher para ser Robin en Batman Forever, pero en aquel entonces no se sintió preparado para un proyecto de estas características. "Según recuerdo, participé en la reunión, pero no quería interpretar el papel", afirmo el actor para ET en 2017. "Joel Schumacher es un director muy talentoso, pero no creo que yo estuviera preparado para algo así". Y lo mismo ocurrió cuando George Lucas lo valoró para ser Anakin Skywalker en Star Wars: Episodio II – El ataque de los clones a comienzos de los 2000. “De nuevo, simplemente no me sentí listo para dar ese salto. En ese punto”, afirmaba en una entrevista con Shortlist en 2015.
Al final, aunque fuera de forma inconsciente, DiCaprio terminó gestando parte del futuro de la industria de Hollywood, ayudando a consolidar estrellas con el simple gesto de dejar vía libre a proyectos de alto nivel.
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