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Las proyecciones de los estrategas de Wall Street para el S&P 500 en 2019

Dólares estadounidenses a través de un gráfico de las acciones impreso en esta ilustración, tomada el 7 de febrero de 2018. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration
Dólares estadounidenses a través de un gráfico de las acciones impreso en esta ilustración, tomada el 7 de febrero de 2018. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration

A medida que 2018 llega a su fin, los inversionistas se enfocan cada vez más en las perspectivas del mercado para 2019. Por eso, los mejores estrategas de Wall Street están brindando algunas orientaciones.

Los analistas que sigue Yahoo Finanzas vaticinan una amplia gama de opciones para 2019 a medida que el mercado alcista se aproxima a su décimo aniversario. En el tramo inferior se encuentra Mike Wilson de Morgan Stanley, quien considera que el S&P 500 (^GSPC) declinará y terminara 2019 con una cotización de 2.750 puntos. En el extremo más optimista se sitúa Jonathan Golub de Credit Suisse, quien pronostica una subida que eleva el S&P a 3.350 puntos.

Este es un resumen de los principales pronósticos que los estrategas de Wall Street comparten con sus clientes.

Morgan Stanley (Cotización: 2.750; BPA: 176 dólares) – Ten cuidado con el endurecimiento de las condiciones financieras y la desaceleración del crecimiento.

Michael Wilson, estratega jefe de Morgan Stanley, considera que las acciones seguirán teniendo dificultades el próximo año. Su cotización de referencia del S&P 500 para 2019 es prácticamente la misma que su pronóstico para el comportamiento de las acciones a finales de este año.

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“Tras la montaña rusa que ha vivido el mercado en 2018, como consecuencia de una restricción de las condiciones financieras y un crecimiento en alza, esperamos otro año de rango limitado debido a unas ganancias decepcionantes y una Reserva Federal prácticamente inmóvil”, escribió Wilson. “La valoración debe ser un factor clave al elegir las acciones”.

En el centro del pronóstico de Wilson se encuentra su preocupación por la inminente recesión de las ganancias del próximo año ya que la continua restricción de las condiciones financieras y la desaceleración del crecimiento ejercen una gran influencia sobre las ganancias corporativas. “Será difícil replicar durante el próximo año” los dos años anteriores de sólidas ganancias impulsadas por un crecimiento sustancial, la expansión del margen y la bajada de los impuestos en 2018, señaló.

Wilson había señalado antes que las débiles ganancias de las acciones de este año son un factor que contribuye a un “mercado bajista”, con un ratio precio-beneficio anticipado para el S&P 500 que cayó un 18 % a finales de octubre desde su punto máximo en diciembre de 2017. “La mala noticia es que la combinación de un rango restringido del ratio precio-beneficio y el probable estancamiento de los pronósticos del beneficio por acción de 2019 implica que atravesaremos una etapa convulsa hasta que esas cifras se ajusten por completo o se produzca un impacto, ya sea positivo o negativo, que le permita a los múltiplos expandirse o contraerse de manera más significa que lo que vaticina nuestro pronóstico”, agregó.

La hipótesis de Morgan Stanley sobre la cotización del S&P 500 para 2019 es de 2.750 puntos, con opciones alcistas y bajistas de 3.000 y 2.400, respectivamente. La firma anticipa que el S&P 500 cotizará dentro de un rango de 2.650 a 2.800 para finales de 2018.

“El endurecimiento sistemático de las condiciones financieras y la desaceleración del crecimiento que pesa sobre las ganancias limitarán el aumento del índice”, escribió Wilson. “Vaticinamos una desaceleración importante en el crecimiento de las ganancias el próximo año, pero reconocemos que hasta que no tengamos evidencias disponibles y las revisiones de las ganancias empiecen a disminuir, el mercado podría rebasar temporalmente nuestra hipótesis en lo que respecta a la valoración y el precio”.

Bank of America (Cotización: 2.900; BPA: 170 dólares): Los “comodines” aumentarán la volatilidad.

El mercado de valores podría subir antes de caer en 2019, según la estratega jefa de Bank of America Merrill Lynch, Savita Subramanian.

Según el Bank of America, el S&P 500 caerá a 2.900 a finales de 2019 desde los 3.000 que se encontraba a finales de este año.

La perspectiva bajista de Subramanian se basa en la avalancha de “comodines” que recientemente han comenzado a dominar el panorama macroeconómico, además de las preocupaciones sobre el comercio, la geopolítica, el creciente déficit federal, el aumento de las restricciones de la Reserva Federal y un sesgo alcista por la volatilidad en el mercado de valores. Otros presagios incluyen el punto máximo que alcanzaron las constructoras de viviendas hace aproximadamente un año, el cual tiende a liderar los valores durante unos dos años, y la ampliación prevista en los diferenciales de crédito del Bank of America en 2019, que ha sido históricamente un signo de alerta sobre los activos de riesgo, incluidas las acciones.

“Ahora el efectivo es competitivo y es probable que siga creciendo. En la actualidad, los rendimientos en efectivo son más altos que los rendimientos en dividendos para el 60 % del S&P 500, y nuestro ajuste de los márgenes de la Reserva Federal ubica los tipos a corto plazo cerca del 3,5% para finales de 2019, muy por encima del rendimiento en dividendo del S&P 500 del 1,9 %”, dijo Subramanian. “Vaticinamos un pico en las acciones durante el próximo año, pero por ahora nos mantenemos positivos ya que el posicionamiento bajista y la debilidad en las acciones ofrecen ciertas oportunidades, sobre todo si disminuyen los riesgos en el mercado bursátil”.

Jefferies (Cotización: 2.900; BPA: 173 dólares) –Este ciclo “no finaliza, sino que alcanza su madurez”.

“Jefferies no espera que se produzca una recesión en 2019, pero la curva de rendimiento estadounidense está cerca de invertirse, justo cuando se modere el crecimiento de las ganancias, lo cual forzaría un equilibrio entre las valoraciones de las acciones y los bonos”, comentó Sean Darby de Jefferies. “La normalización del balance de la Reserva Federal implica una competencia creciente por el capital, lo cual favorece la calidad. Asimismo, la ampliación de los diferenciales de crédito implicará una mayor volatilidad del capital y asegurará a las empresas con efectivo neto y un alto ratio de flujo de caja libre. Nuestra estrategia para 2019 refleja que este ciclo no finaliza, sino que alcanza su madurez.

“Por un lado, el efecto de las pobres ganancias de base (año fiscal 2019 – 8,7% vs. año fiscal 2018 – 20,9%), las tasas de interés reales en territorio positivo y un dólar fuerte influirán en contra, pero por otra parte, el poder de fijación de precios, los márgenes estables y una mejora del ratio Dupont deberían fortalecer los precios de las acciones”.

Goldman Sachs (Cotización: 3.000; BPA: 173 dólares) – Mantente a la defensiva.

David Kostin, estratega jefe de Goldman Sachs, envía un mensaje claro a los inversores de cara al 2019: mantenerse a la defensiva.

“Nuestro pronóstico para 2019 se resume en un mercado de valores estadounidense más alto, menos recomendaciones a invertir en acciones y un viraje hacia sociedades de mayor nivel”, dijo Kostin. Calificó las acciones de “gran calidad” como aquellas que tienen balances sólidos, un crecimiento estable de las ventas, una baja desviación del BAII, una alta rentabilidad financiera y una mínima experiencia de reducción.

Kostin prevé un rendimiento modesto de una sola cifra para el S&P 500 en el 2019, del 7%, con una rentabilidad ajustada al riesgo de menos de la mitad del promedio a largo plazo de 0,5 frente a 1,1. El resultado es que “el efectivo representará una clase de activos competitivos para las acciones por primera vez en muchos años”, dijo Kostin.

Goldman Sachs ha pronosticado tres escenarios principales para el mercado en 2019. Según los analistas, la primera hipótesis tiene una probabilidad del 50% e implica que el S&P 500 suba un 5% a 3.000 desde los 2.850 en que se encontraba a finales de 2018. La segunda hipótesis es más factible y se refiere a una tendencia bajista, con una probabilidad del 30%, según la cual se prevé que el S&P 500 caiga a 2.500 a finales de 2019 debido a los temores de una posible recesión en 2020. Finalmente, Goldman Sachs considera que la hipótesis alcista es el escenario menos probable, con un 20% de probabilidad, según la cual el S&P 500 cerraría en 2019 con una cotización de 3.400.

Barclays (Cotización: 3.000; BPA: 176 dólares) – El crecimiento volverá a ser tendencia.

Según el analista de Barclays, Maneesh Deshpande, el crecimiento económico y de las ganancias volverá a ser tendencia en 2019 después de que se disipen los problemas de 2018.

“El fuerte crecimiento económico y de las ganancias de 2018 fue impulsado por el estímulo fiscal, un rebote de la mini recesión industrial de 2016 y la anticipación del comercio antes de la aplicación de los aranceles. A medida que estos factores puntuales desaparezcan, esperamos que el crecimiento se modere, pero solo en los niveles posteriores a las crisis crediticias”, escribió Deshpande.

Si bien los indicadores macroeconómicos no predicen una recesión en 2019, “la venta masiva y cíclica de acciones refleja ciertas preocupaciones sobre el crecimiento”, dijo Deshpande. “La compresión del margen debido a los aranceles y la inflación salarial es una preocupación clave. Estimamos el impacto directo en los gastos por intereses, incluso si la subida de la Reserva Federal por 100 pb es solo del 0,5 %. El gasto en capital no se ha acelerado y las compañías están usando efectivo repatriado para pagar la deuda y devolver efectivo a los accionistas a través de las recompras”.

A raíz de la reciente venta masiva, los múltiplos del ratio precio-beneficio han caído a niveles que no se veían desde 2012, dijo Deshpande. Esto ha aplanado la rentabilidad de los precios del S&P 500 ya que las valoraciones han disminuido, a pesar de que este año las ganancias han experimentado un crecimiento relativamente sólido. Añadió que sectores como el de la Energía, Materiales, Servicios de Comunicación y Finanzas experimentaron una importante reducción de la valoración debido a las expectativas de crecimiento más bajas para 2019.

“Con la venta masiva que se produjo a inicios de este año, el ratio precio-beneficio volvió a bajar y se mantuvo en gran medida dentro del rango establecido mientras que el incremento de los precios estuvo más impulsado por las ganancias. La venta masiva de octubre condujo a una segunda disminución de las valoraciones”, escribió Deshpande. “Nos hemos aproximado al valor razonable mucho más rápido que su velocidad media histórica, por lo que no hay motivos para esperar un rebote. De hecho, dado que el ratio precio-beneficio actual es aún más alto que el valor razonable, seguirá disminuyendo con el tiempo”.

Citigroup (Cotización: 3.100; BPA: 172,50 dólares) – El sentimiento bajista se traduce en resultados alcistas.

Los analistas de Citigroup tienen un pronóstico optimista para las acciones estadounidenses, a pesar de la reciente ola de ventas masivas. El análisis de la empresa sugiere una “probabilidad cercana al 90% de que el S&P 500 sea más alto en un año”.

“Tanto el desastroso 7% del S&P 500 del mes pasado, que sigue presionando a las empresas de los Servicios de Tecnología de la Información y la Comunicación, como las acciones de Consumo Discrecional, han provocado en los clientes una sensación de incomodidad, aunque todavía no han entrado en pánico”, escribió en una nota el jefe de estrategias de inversiones de Citigroup, Tobias Levkovich. “La buena noticia es que el crecimiento del BPA estimado por consenso en 2019 ha caído de un 12% muy poco probable el pasado septiembre al 9% actual, y es probable que pueda llegar al 6%, momento en el que puede resurgir un ambiente de ‘igual o superior’”.

Levkovich agregó que las inversiones en valor empezarán a superar a las acciones de crecimiento, sobre todo a raíz de las fuertes caídas de las acciones tecnológicas en el cuarto trimestre. “Es probable que los gestores de fondos tengan que reducir su exposición a la tecnología en cada rally debido al posicionamiento sobreponderado cuando las acciones se encontraban en una racha alcista”, explicó Levkovich.

“Estábamos mucho más preocupados en septiembre por el S&P 500 que ahora debido a nuestro objetivo de cotizar 2 800 para finales del 2018”, agregó. “Los valores se están reajustando a las nuevas expectativas de ganancias más bajas para 2019 y hay cierta normalización en el tema del valor/crecimiento”.

JP Morgan (Cotización: 3.100; BPA: 178 dólares) – El “castigo del mercado”.

“Esperamos que se produzca un “castigo del mercado” debido a la disminución de los aranceles y los riesgos relacionados con la Reserva Federal, el crecimiento positivo de las ganancias, las valoraciones atractivas, la disminución continua de la oferta de capital a través de las recompras y el bajo posicionamiento del inversor”, explicó Dubravko Lakos-Bujas de JP Morgan.

“Basándonos en nuestro análisis de probabilidad ponderada de los resultados comerciales entre Estados Unidos y China (55% de acuerdo comercial, 35% de alto el fuego y un 10 % de escalada arancelaria), fijamos nuestra cotización del S&P 500 para 2019 en 3.100 y la estimación del BPA en 178 dólares. Durante los próximos 12 meses podríamos ver más de 1,5 billones de dólares en la demanda de acciones de los Estados Unidos a través de recompras (~ 800 mil millones), reinversión parcial de los ingresos en dividendos (~ $ 250 mil millones), así como fondos de inversión discrecionales y flujos sistemáticos (~ 500 mil millones llevaría el posicionamiento de los valores a ~ 50%) ya que la volatilidad se normaliza”.

BMO (Cotización: 3.150; BPA: 174 dólares) – Adopta una perspectiva a más largo plazo.

Para 2019, las acciones crecerán siguiendo una tendencia alcista e impulsadas por un crecimiento económico y balances corporativos sólidos, así como por primas de riesgo gradualmente comprimidas, según Brian Belski, jefe de estrategia de inversiones de BMO Capital Markets.

La hipótesis de la empresa es que el S&P 500 suba hasta 3 150 en 2019 desde los 2.950 que se encuentra en 2018. Tal perspectiva depende de que los márgenes permanezcan estables incluso frente a los desafíos que representan las tasas de interés y los aranceles, y que el impulso económico siga manteniendo bajo control la inflación.

El escenario alcista de BMO prevé que el S&P 500 aumente a 3.400, lo que se manifestaría si las reinversiones corporativas vivieran un alza y el crecimiento económico se acelerara a un ritmo más rápido de lo esperado, escribió Belski. Sin embargo, la previsión bajista de BMO hace que el S&P 500 caiga a 2.500, lo que se produciría si los aranceles dejaran una gran diferencia en los márgenes corporativos y los múltiplos de precios se contrajeran debido a una recesión inminente.

“Hay tormentas a la vista. Es obvio que la volatilidad ha vuelto y la tasa de rendimiento real de los bonos ha sido negativa durante varios años. Además, las ganancias corporativas tendrán dificultades para mantenerse estables con el impulso que recibieron en 2018, mientras que la Reserva Federal tiene muchos inversores que prevén un paso en falso para 2019”, dijo Belski. “Sin embargo, creemos que los pronósticos están demasiado centrados en números absolutos y carecen de una perspectiva a más largo plazo. Recuerda, el contexto sigue siendo benevolente para las acciones: crecimiento de ganancias de un solo dígito, tasas de interés TODAVÍA bajas, PIB del 2,5-3 % y un aumento del crecimiento de los dividendos”.

UBS (Cotización: 3.200; BPA: 175 dólares): A un 2018 difícil debería seguirle un 2019 mejor.

Aunque el S&P 500 ha disminuido arrastrado por los riesgos de tasas más altas, aranceles y desaceleración del crecimiento, el débil comportamiento de las acciones este año podría allanar el camino para un rendimiento mejor en 2019, según el estratega jefe de UBS, Keith Parker.

El S&P 500 ha disminuido más de 2x en 2018 y en los años siguientes a una disminución de más de 1x, el S&P 500 ha promediado alrededor del 16%, escribió Parker en una nota. Además, los rendimientos de los grupos de la industria y el sector también tienden a revertirse en los años posteriores a una gran bajada del ratio precio-beneficio del S&P 500, lo que sugiere que “los inversores deberían contar con estos efectos retardados a medida que nos acercamos al 2019”, dijo Parker. Los factores en contra de las ganancias incluyen mayores costos laborales, la fortaleza previa del dólar estadounidense y la desaceleración del crecimiento. En cambio, las recompras de acciones supondrán un viento de cola, agregó Parker.

La hipótesis de UBS para 2019 es que el S&P 500 alcance los 3.200 desde los 2.875 del 2018.

Deutsche Bank (Cotización: 3.250; BPA: 175 dólares) – Una oportunidad para “recuperar el máximo anterior”.

Según el analista de Deutsche Bank, Binky Chadha, las empresas estadounidenses entrarán al 2019 tras una “gran contracción”.

El crecimiento de las ganancias de este año del 25%, el más fuerte de este ciclo, vio como los múltiplos de capital se redujeron “severamente” a un 17%, señaló Chadha.

“El múltiplo del mercado está cerca de su mínimo de los últimos 5 años, cuando ocurrieron los dos últimos grandes problemas de crecimiento, con una gran compresión del múltiplo que se concentró en los sectores cíclicos”, explicó Chadha. “Tras la gran reducción de 2018, se ha establecido una fuerte desaceleración en el crecimiento y una alta probabilidad de recesión”.

Chadha predice que el crecimiento general se ralentizará en un 7% en 2019, con un BPA del S&P 500 de 175 dólares en comparación con los 163,5 dólares de 2018.

Muchos factores contribuirán a dicha desaceleración, añadió Chadha. El final de 2018, por ejemplo, marcará el aniversario del recorte de la tasa impositiva corporativa, que impulsó las ganancias en la primera etapa del año. Además, la caída de los precios del petróleo afectará las ganancias en el sector energético, “que pasará de ser un viento de cola fuerte para el BPA del S&P 500 en 2018 a convertirse en un intenso viento en contra en 2019”, agregó Chadha. La fortaleza del dólar ponderado en función del comercio y la desaceleración del crecimiento mundial también tendrán su efecto sobre las ganancias, dijo.

“El mercado tardará un poco en recuperar su punto máximo previo”, tras la montaña rusa que experimentó en 2018, dijo Chadha. En las crisis de volatilidad las acciones tardan en recuperarse y hay que esperar su recompra, “lo cual ha sido la única fuente constante de demanda de acciones en el ciclo, y una vez más se convertirán en el motor impulsor principal. Sin embargo, en sentido general se prevé una tendencia gradualmente alcista”, agregó.

“La lista de preocupaciones sobre el mercado es larga y es poco probable que las inquietudes sobre los valores de ganancias máximos se disipen hasta que se produzcan señales claras de que el crecimiento se está estabilizando”, escribió Chadha.

Credit Suisse (Cotización: 3.350 *; BPA: 174 dólares) – Apostar por la expansión de múltiplos.

(* Nota: Golub bajó su pronóstico de cotización en S&P 500 para el cierre de 2019 a 2 925, desde el 18 de diciembre de 2018)

Jonathan Golub, quien trabaja para la empresa Credit Suisse, tiene una perspectiva alcista para 2019. Su cotización de 3.350 implicaba un avance anualizado de aproximadamente un 11,4% durante los 16 meses siguientes a la publicación de su pronóstico en septiembre.

La expansión de múltiplos, en lugar del crecimiento de las ganancias corporativas, será el principal impulsor de las ganancias, dijo Golub. Otros riesgos incluyen la amenaza de una inversión en la curva de rendimiento debido a la reducción de la brecha entre los rendimientos de los bonos del gobierno, así como el ajuste continuo de la Reserva Federal.

“A pesar de estos grandes riesgos, creemos que el crecimiento económico, un BPA sólido y los riesgos de recesión positivos serán suficientes para impulsar un mercado alcista”, afirmó Golub.

Emily McCormick