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La última de las eléctricas: cambiarte el contrato sin avisar para que pagues más

Mucho ojo con tu factura de la luz. Ese es el mensaje que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha querido lanzar a los consumidores, alertando de que algunas comercializadoras de electricidad están cambiando contratos para subir los precios de la luz sin hacer una consulta previa a los clientes. De hecho, algunas de las grandes compañías energéticas ya han sido multadas por la CNMV por diferentes irregularidades en la formalización de los contratos con los consumidores.

Ante la subida general de precios registrada en el mercado mayorista el año pasado, son varias las comercializadoras que están anulando o modificando los contratos sin respetar las condiciones pactadas previamente con el cliente. Esto entra en conflicto con los consumidores de ‘baja tensión’, a los cuales las eléctricas no pueden rescindir los contratos de manera unilateral antes de la finalización del plazo del primer año o de sus prórrogas anuales.

Por ello, la CNMC ha querido recalcar la diferencia que existe entre la contratación de un precio fijo o un precio variable. Si se contrata un precio fijo, las variaciones que se experimentan en el precio del mercado de la producción de electricidad no deben trasladarse al precio de consumidor. Estas posibles variaciones de precio de producción deberían estar internalizadas en el propio precio de las ofertas.

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El aumento de la subida de la luz ha sido una constante en España, especialmente los últimos meses. Getty Images.
El aumento de la subida de la luz ha sido una constante en España, especialmente los últimos meses. Getty Images.

En cambio, si se trata de un contrato con precio variable, es decir, con posibilidad de revisión, sí existe la posibilidad de trasladar a los clientes variaciones, siempre que estén previstas en el contrato y sean precisas, claras y transparentes. Además, este cambio en el precio debe comunicarse al consumidor con una antelación mínima del periodo de facturación anterior a su aplicación, dándole la posibilidad de rescindir el contrato sin ningún tipo de penalización. Esto es algo muy alejado de las prácticas que están comenzado a realizar las empresas suministradoras, según denuncia el CNMC.

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Incluso algunas están modificando el ‘peaje de acceso del consumidor’: cambian el coste de las redes de suministro que permiten recibir la energía sin consentimiento previo y sin ni siquiera dar la opción al cliente de oponerse. Algo completamente ilegal porque el comercializador no puede modificarlo sin consentimiento previo y además debe proporcional la posibilidad de mantener las condiciones hasta que finalice el contrato, en caso de que así lo desee el consumidor.

Todas estas prácticas, cuanto menos sospechosas, se vuelven aún más denunciables si tenemos en cuenta que el precio de la electricidad no ha dejado de subir y que en 2018 marca datos históricos. Los argumentos que se dan a esta subida son muchos y, para muchos, poco creíbles. Algunos son la escasez de viento o agua, el alto coste del petróleo o la subida de CO2.

Mientras las eléctricas hacen y deshacen a su antojo, la CNMC, sin atribuciones ni carácter vinculante, se limita a dar toques de atención. No es de extrañar que nazcan iniciativas como ¿Por qué sube la luz?’, que intentan plantar cara al oligopolio de las eléctricas. Desde esta nueva plataforma se denuncia que el motivo real de la subida es “un comercio excesivamente concentrado y que la regulación permite que el sector siga siendo muy opaco”.

Por desgracia, el sector se mueve según los intereses de unos pocos, que han conseguido incluso ponerle freno a las energías renovables, una de las posibles soluciones para poder reducir el precio de la energía. Y de momento, hasta que se tomen medidas reales para evitar abusos, los que pagamos somos los de siempre: los ciudadanos.

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