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Lo que puede pasar con las hipotecas: que todos paguemos más y algún banco quiebre

Hace pocos días una bomba informativa sorprendía a toda España: el Tribunal Supremo sentenciaba que son los bancos quienes tienen que hacerse cargo del impuesto de actos jurídicos documentados (AJD), el gasto más importante de constitución de hipoteca. Amenazaba con llevar a la banca a una cadena millonaria de devoluciones de dinero… hasta que el Supremo anunció la revisión del fallo.

El 5 de noviembre el Supremo tendrá su última palabra. Mientras tanto, el sector bancario ya maneja en sus estudios de concesión de hipotecas el escenario de que el Tribunal Supremo fijará el 5 de noviembre que definitivamente es el banco y no el cliente quien debe abonar el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados. De momento, todo indica que se prepara una subida de los precios en los nuevos préstamos para la adquisición de vivienda.

[También de interés: “El lado menos amable de las hipotecas baratas”].

Foto: HuffPost
Foto: HuffPost

Los cálculos de los bancos son elevar al menos los tipos de interés en un 5%, lo que supondría encarecer el diferencial sobre el Euríbor en torno a 10 puntos básicos. Esta subida tendría el objeto de contrarrestar el coste del impuesto de las hipotecas, pero supone un aumento mayor de lo que representa el tributo. ¿Esto qué quiere decir? Que los nuevos hipotecados van a ser los ‘paganos’ que van a asumir el coste de esa devolución que supuestamente tendrían que abonar los bancos.

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La subida supone un encarecimiento muchísimo mayor de lo que representa el tributo, que alcanza hasta el 1,5% del importe reclamado. Para los usuarios sería más asumible abonar el gravamen que el aumento del precio en la financiación.

Todo parece indicar que los bancos van a tratar de recuperar el agujero que una sentencia definitiva en su contra dejaría en sus cuentas. El coste máximo de la devolución podría llegar a los 26.000 millones de euros. Una cifra que haría tambalear sus cuentas y supondrá reveses en sus cotizaciones bursátiles. El problema es que, para compensar esa situación, se haga pagar a quien no tiene ninguna culpa de cómo se haya procedido en el pasado.

Más casos como el del Popular

Para Manuel Romera, director del sector financiero en el IE Business School, la situación es controvertida. El experto cree que la sentencia puede ser un error estratégico”. “Sin entrar en si la medida es justa o no, creo que se está exprimiendo demasiado a los bancos. El sector está demasiado castigado y puede afectar a la viabilidad de algunas entidades. No sería extraño que pronto haya otro caso de quiebra como el del Banco Popular”, asegura.

Romera cree que los bancos al final estarán obligados a incrementar todas sus cuotas y precios de servicios. “Los bancos españoles ya trabajan al límite. Con palos así no les quedará más remedio que aumentar sus tarifas en todos sus servicios. Es una faena, pero de alguna manera es cierto que los nuevos clientes de hipotecas van a pagar la sentencia porque si no los números no salen”.

De momento, los bancos están sugiriendo a los clientes que esperen a una aclaración de la jurisprudencia. Están ganando unos días de margen en los que pensar qué medidas concretas toman, si finalmente el Supremo se reafirma en su sentencia.

Desde luego, sea cual sea el resultado final, el debate estará servido y alguien saldrá perjudicado. Los bancos y los futuros hipotecados, si se confirma la sentencia por los costes nuevos a los que tendrán que hacer frente. O los ya hipotecados, que se quedarán con la miel en los labios, si el Supremo recula. De momento, el que ya está en el punto de mira de todos es el propio Supremo, por las críticas y el coste en imagen derivados de esta ‘revisión’ de la sentencia.

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