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La nueva amenaza de las telecos ya está aquí: cobrar por gestiones rutinarias

Mujer hablando por el móvil
Foto de CNBC

Jaime Quirós – Las compañías de telefonía vuelven a retomar el ansia por lograr más ingresos alternativos. En su interés de captar mayor nivel de facturación, puesto que su capacidad de negocio se va estrechando cada vez más (la penetración entre más usuarios en los mercados desarrollados se hace más complicadas), buscan sus argucias para encontrar nuevas fuentes de facturación. Fuentes cada vez más discutidas y polémicas.

Las alarmas en este caso han saltado de la mano de Vodafone (VOD.L), que pretende realizar el cobro de 2,5 euros a sus clientes cuando estos hagan llamadas a sus “call center” para restringir llamadas o los SMS Premium, pedir información de consumo, o para gestionar su contestador. Toda una declaración de intenciones.

Estos servicios se añaden a otros que ya tenían un coste adicional para los usuarios de la teleoperadora como la consulta del código PIN o del código PUK. También, el envío duplicado de una factura, el cambio de dirección del cliente o el cambio de la domiciliación bancaria.

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Entretanto, desde la compañía aclaran, según informa El Mundo, que estos servicios sólo se cobrarán en el caso de que las gestiones se realicen telefónicamente o mediante un teleoperador. No será así por otras vías. Los usuarios de la compañía de telefonía tendrán a su disposición un canal gratuito para poder acometer todas estas gestiones de manera personal. Sería el caso de la ‘app’ Mi Vodafone.

[También de interés: ¿Por qué las llamadas automáticas de ‘spam’ teléfonico están aumentando y qué se está haciendo para frenarlas?]

La medida llega poco después de que se haya cancelado el recargo por la itinerancia de datos en todos los países de la Unión Europea. Las compañías hasta hace escasas fechas, recibían ingresos a través de las llamadas que se hacían fuera del extranjero. Esas cantidades tienen que suplirse de alguna manera y las teleoperadoras están en la búsqueda de la misma.

No es de extrañar esta decisión que tiene en mente la compañía británica para poder cuadrar sus cuentas si se tiene en cuenta las últimas subidas de tarifas por parte de las teleoperadoras más importantes de España.

Orange, Movistar y Vodafone decidieron subir hasta en cinco euros sus paquetes más demandados: el que incluye teléfono fijo, línea de internet, móvil y datos. La excusa fue ofrecer un aumento del saldo de datos móviles, pero de fondo entrañaba una subida para generar más retorno.

De esta manera, parece clara la estrategia que quieren llevar a cabo las operadoras: la obtención de incrementos paulatinos en servicios y tarifas, mientras la satisfacción y fidelidad de los clientes es cada vez más pobre.

IDNet Noticias