Yahoo Finanzas La morosidad con las tarjetas de crédito va en aumento
En lo referido a la deuda, hasta ahora los hogares estadounidenses están haciendo las cosas bien, con montos de deuda estables y una morosidad baja en general.
Pero si hablamos de las tarjetas de crédito, el incremento de las tasas de interés ha empezado a afectar a algunos hogares. Según datos de la Reserva Federal, el porcentaje de la deuda por pagar de las tarjetas de crédito ha crecido en torno a un punto porcentual desde el primer trimestre de 2017 al primer trimestre de 2018, aproximadamente un 6%.
Según analistas de Capital Economics, las tasas de morosidad en las tarjetas de crédito han sido considerables frente a otras formas de préstamos, que disminuyen o se mantienen más o menos igual.
En general, las tasas de interés anuales para la deuda de tarjetas de crédito son de alrededor del 20%, mucho más altas que en otros tipos de préstamos, como hipotecas o financiamiento para estudiantes. Además, las tasas a menudo se ajustan rápidamente tras un aumento, normalmente al mes siguiente. Esto significa que la deuda de tarjetas de crédito es especialmente sensible a los movimientos realizados por la Reserva Federal.
“El flujo hacia una morosidad de más de 90 días para los saldos de las tarjetas de crédito han crecido de forma notable el último año”, eso escribió la Reserva Federal de Nueva York en su informe reciente sobre la deuda de tarjetas de crédito en los hogares.
Aun así, Capital Economics señala que el tamaño total de la deuda de tarjetas de crédito fue de alrededor de 800.000 millones de dólares en 2017, solo una décima parte del tamaño de la deuda del mercado hipotecario en 2007.
“Seré claro, incluso si la morosidad de las tarjetas de crédito aumentara de manera sostenida, eso no afectaría a la economía”, indica el informe del analista. “Pero cada vez nos preocupa más que, con unas tasas de interés también en aumento en el resto del mercado, el incremento de la morosidad de la deuda de tarjetas de crédito sea una señal de lo que está por venir”.
Por ahora, al menos, la deuda de los hogares, en tanto porcentaje de la renta disponible, es estable y sigue en los niveles bajos posteriores a la crisis, en torno al 90%, muy por debajo del 120% en el que estaba durante la crisis financiera.
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