Yahoo Finanzas La lata de bebida que se enfría sola en menos de 90 segundos
Es el sueño de cualquier campista o excursionista. Poder tomarse una cerveza fresquita o un refresco bien frío sin necesidad de acarrear con una pesada nevera cargada con hielo. Ahora será posible aunque, de momento, el sistema solo se ha aplicado a una nueva línea de café helado disponible en algunas tiendas estadounidenses. Si esta innovadora lata que se refrigera sola en menos de un minuto y medio cuaja en el mercado, es de suponer que será cuestión de tiempo que su comercialización se extienda.
Detrás de este innovador proyecto en el que la industria lleva trabajando décadas, según informan en BBC Mundo, se encuentra la empresa californiana The Joseph Company. Sus investigadores son los que han dado con la clave para conseguir lanzar una lata que se enfría sola sin necesidad ni de nevera, hielo o energía. Hace unos años, en 2012, ya lo consiguieron con un primer modelo. El problema es que paral ograr la refrigeración se usó un gas muy contaminante llamado HFC-134a que tumbó el proyecto.
Esta vez, y con el CO2 como aliado, la lata que se enfría sola o Chill-Call, su nombre comercial, ha empezado a aparecer en las estanterías de los supermercados 7-Eleven en Estados Unidos. Por ahora, solo en 15 tiendas dentro del área de Los Angeles, en California, y solo para una bebida, un café helado llamado Fizzics Sparkling Cold Brew Coffee.
El funcionamiento de este mecanismo en el que The Joseph Company lleva trabajando veinte años consiste en girar una pieza situada en la base de la lata y darle la vuelta rápidamente. Así se libera el dióxido de carbono contenido en un recipiente que en un tiempo estimado de entre 75 y 90 segundos, según explican en BBC, logra bajar la temperatura del contenido de la lata unos 16 grados.
En cuanto a las características de esta lata, pesa 150 gramos más de lo habitual por el dispositivo de enfriamiento que incorpora y cuesta 4 dólares (3,4 euros), un precio bastante superior al que se paga por una lata normal.
Si bien el intento de 2012 no cuajó y tuvo en contra a los ecologistas, este cuenta con el reconocimiento de entidades tan de peso como la NASA, el Ejército estadounidense y la EPA (Agencia de Protección del Medio Ambiente).
