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La Iglesia que invierte, gestiona y gana dinero sin tapujos pero con criterio

Gestionar el dinero de los feligreses no está reñido con lograr excelentes rentabilidades. Y si no, que se lo pregunten a los responsables de administrar los recursos de la Iglesia de Inglaterra (la comunidad religiosa más grande de Reino Unido).

Pese a ser la iglesia oficial del país y tener a la Reina de Inglaterra como su máxima autoridad, la Iglesia de Inglaterra no recibe ningún tipo de fondo público, así que se tiene que financiar con las aportaciones de los parroquianos y la administración de su propio patrimonio.

Por suerte, les va bien. Los Comisionados de la Iglesia de Inglaterra, el fondo que gestiona los 7.900 millones de libras esterlinas (9.172 millones de euros) de activos de la Iglesia de Inglaterra, lograron una rentabilidad del 17,1% en 2016, superando ampliamente su objetivo anual que es superar la inflación anual en cinco puntos (para el año pasado este objetivo se habría cumplido con un 7,5% de revalorización.

Desde el estallido de la crisis financiera en 2007, el fondo que gestiona los activos de la Iglesia de Inglaterra ha logrado una rentabilidad media anual del 8,3%, que sube hasta el 9,6% de media anual, si tenemos en cuenta los últimos 30 años. Unas plusvalías envidiables, si pensamos que sus gestores no son profesionales del mundo financiero y bursátil y que la categoría de fondos más rentable a nivel mundial el año pasado fue materias primas, que subió un 7,1%.

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Iglesia de Inglaterra
Miembros del clero de la Iglesia de Inglaterra entran en un templo de la ciudad de York, en el norte de Inglaterra. REUTERS/Phil Noble (BRITAIN – Tags: RELIGION)

La Iglesia de Inglaterra sigue criterios éticos en sus planteamientos de inversión que le impiden poner su dinero, por ejemplo, en empresas relacionadas con la industria del armamento, el juego y las apuestas, el tabaco, la clonación de embriones humanos, el alcohol o la pornografía, entre otros. Al contrario, apoyan las inversiones socialmente responsables, de impacto y compromiso.

Entre los objetivos de los comisionados figuran, además de lograr una rentabilidad del 5% por encima del IPC en sus inversiones, dar apoyo a las diócesis con menos recursos, pagar las nóminas a los obispos y clérigos en activo, abonar sus pensiones a los jubilados, financiar actividades y mantener los edificios.

Más del 30% de este fondo está invertido en activos inmobiliarios, que conjugan con estrategias multiactivos, divisas, depósitos y acciones. Entre sus inversiones más curiosas destaca su participación del 24,3% en bosques (madera). El patrimonio forestal de la Iglesia de Inglaterra abarca 120.000 acres en el Reino Unido, los Estados Unidos y Australia, con un rendimiento del 24,3%.

Dentro de las llamadas inversiones de impacto, el año pasado los gestores del fondo efectuaron una inversión de 40 millones de dólares en el Equilibrium Capital Management’s Waste Water Opportunity Fund, que invierte en el desarrollo de instalaciones para reducir las emisiones, con el que esperan bajar éstas en más de 500.000 toneladas de dióxido de carbono anualmente.

También han puesto su impronta en tres áreas a la hora de invertir: la remuneración de los ejecutivos, el cambio climático y la diversidad en los altos cargos de las empresas, votando en contra en los casos en que la representación femenina era inferior al 25%. Una visión comprometida y moderna para un colectivo social que debe evolucionar con los tiempos.

Laotracaradelamoneda
Jaime Quirós

IDNet Noticias