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Jubilado reclama un premio de la lotería que supuestamente ganó hace 22 años

Pen markings on lottery ticket. Filled in lottery ticket
Una persona marcando los números deseados sobre un billete de compra de lotería. Foto: Getty.

Un pensionista discapacitado que dice haber obtenido un billete ganador de la lotería australiana ha llevado a juicio a los implicados en lo que considera un robo contra su persona.

Solo que los hechos ocurrieron hace nada menos que 22 años... y no es la primera vez que se produce este tipo de reclamaciones sobre el mismo boleto de lotería. Cerca de otras 50 personas ya se presentaron otros años para reclamar este premio. Solo un caso avanzó en los tribunales, el de otro pensionista llamado Robert Clemett, en 2014, sin ningún éxito.

El demandante actual, David Renshaw, asegura que el 23 de septiembre de 1997 le entregó el supuesto billete ganador al empleado de turno de un quiosco ubicado en la localidad de Granville, una pequeña ciudad de apenas 15.000 habitantes cerca de Sídney, en el sureste de Australia.

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Según su versión, el hombre de origen asiático y poco conocimiento del inglés pasó el boleto por la máquina y, acto seguido, lo lanzó a la basura.

Al parecer ni quiera había visto que la pantalla se había iluminado con un cartel que decía “ganador provisional”.

Sin embargo, Renshaw asegura que el vendedor le gritó en la cara “¡ningún jodido ganador!”, tras lo cual este se abalanzó sobre el mostrador.

Fue entonces que el empleado salió corriendo y se refugió en la oficina que hay en la parte trasera del establecimiento.

Renshaw narró ante la corte que llamó insistentemente a la puerta, pero que el dependiente nunca salió.

“Se encerró en la oficina con el dueño”, dijo.

El premio habría sido de 3,3 millones de dólares australianos, casi 2 millones de dólares estadounidenses.

¿Y el billete de lotería?

Ante la pregunta del juez, el demandante apuntó que en aquel momento no se atrevió a extraer el boleto de dentro de la papelera pues en esa época se hallaba en libertad condicional por otros asuntos penales, y que le preocupaba que fuera “acusado de robo”.

Cuando se le mencionó sobre el largo tiempo que le llevó plantear este caso ante la justicia, Renshaw argumentó que le tomó un tiempo darse cuenta de cuánto valía el boleto ganador y cómo podía obtener información sobre las Loterías de NSW.

Dijo, además, que en aquella época había sido víctima de un accidente laboral, por culpa del cual había perdido la memoria.

“Un palé de ladrillos golpeó mi cabeza y mi hombro... Estuve en el hospital por algún tiempo", explicó este hombre que no ha querido acudir a ningún abogado para que conduzca su defensa.

Es por ello que Renshaw ha decidido proseguir con su demanda contra NSW Lotteries, incluso con plena conciencia de que los hechos acaecieron hace 22 largos años y que apenas tiene pruebas.

De acuerdo con el diario australiano ABC, el demandante exige además que el personal de estos quioscos de venta esté debidamente capacitado para validar los boletos.

Como nota curiosa, se supo que el juez detuvo por un rato el procedimiento judicial, preocupado por la tos continua que presentaba una persona dentro del público.

El letrado les preguntó a ambas partes si estaban al tanto de los síntomas del coronavirus. Pero todos respondieron que sí y que no creían que tuviera la enfermedad.

El asunto volverá a los tribunales en el mes de abril.

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