La guerra de Ucrania está causando un problemón en los barcos y nos afecta a todos
Ni siquiera se ha cumplido un mes desde que dio comienzo la guerra de Ucrania y sus efectos ya se hacen notar de una manera importante a nivel global. Uno de los últimos ejemplos se ha producido con el transporte marítimo, clave para el comercio internacional.
La industria naviera vive con gran preocupación la situación actual porque una buena parte de su mano de obra proviene de los dos países en conflicto, esto es, Rusia y Ucrania. Esto significa que existe un riesgo real y acuciante de escasez de personal que afecte todavía más al comercio en el mundo.
Los números son significativos: en el planeta hay 1,9 millones de trabajadores de este sector y la suma de ucranianos y rusos se sitúa en los 275.000 (un 14% del total). De hecho, ambas nacionalidades superan unidas incluso a Filipinas, que es el mayor proveedor de trabajadores marítimos del mundo, tal y como cuenta el Financial Times.
Esto significa que ucranianos y rusos son indispensables para el buen funcionamiento de la cadena de suministro de productos y que su ausencia tendría efectos muy perjudiciales para la llegada de estos. Y ese escenario, tan negativo globalmente, ya se está empezando a cumplir.
Cabe recordar que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha hecho un llamamiento a los habitantes del país a tomar las armas y plantar cara a la agresión rusa y por eso ya hay trabajadores marítimos que están volviendo a casa. En este sentido, los ucranianos representan el 5,4% de los oficiales que encabezan las tripulaciones de los barcos que comercian internacionalmente.
Además, el Sindicato de Trabajadores del Transporte Marítimo de Ucrania estima que aproximadamente el 60% de los 80.0000 marinos de Ucrania se encuentran actualmente en embarcaciones y que un 20% quiere regresar y luchar. Si cumplen con su promesa, no habría manera de reemplazarlos, asestando un golpe muy duro al comercio mundial.
También problemas con Rusia
No es solo una eventual falta de trabajadores ucranianos en el sector, es que además los rusos también están teniendo muchos problemas debido a los intentos de Occidente de aislar a Moscú.
Las sanciones ya se hacen notar y las empresas están afrontando dificultades para pagar a estos empleados, debido a que el acceso desde Rusia a la red Swift, principal forma de pago internacional, se ha reducido considerablemente.
También, el cese de muchos vuelos con el país hace que a los empleados marítimos se les complique mucho la posibilidad de viajar allá donde se les necesita. Un factor añadido es que ya hay sindicatos de trabajadores portuarios, como es el caso de Reino Unido, que se niegan a descargar o cargar cualquier producto ruso.
Por tanto, la reducción de trabajadores ucranianos y rusos parece que va a golpear duramente a un sector que lleva unos años sin levantar cabeza. Primero fue la llegada del coronavirus, que provocó severas restricciones fronterizas, dejando a miles de trabajadores en tierra o en el mar. Después fueron los brotes a bordo y finalmente la grave crisis de suministros.
La guerra de Ucrania ya había dejado también su huella con el temor de las compañías a transportar carga sancionada de Rusia y los estrictos controles aduaneros como consecuencia del conflicto. Ahora, la escasez de personal actúa como una tormenta perfecta que refleja que las cosas incluso pueden seguir empeorando. Y es que las consecuencias del problema en el transporte marítimo nos van a afectar a todos.
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