Yahoo Finanzas La guerra de precios que se avecina con la reapertura de la economía
La desescalada y la ‘nueva normalidad’ van a traer consigo una drástica caída de los precios en sectores como el comercio, las aerolíneas, el mercado inmobiliario o la energía, entre muchos otros.
Las empresas saben que una reducción en los márgenes sin apenas ingresos no es buena para su cuenta de resultados, pero también que el paro se ha disparado estos meses, lo que les obliga a ofrecer grandes descuentos para reactivar su negocio.
Así, esta guerra de precios amenaza la rentabilidad de muchas compañías, sobre todo, aquellas con una mayor debilidad financiera. El sector en el que se va a notar más es el comercio: desde que se decretó el Estado de Alarma el pasado 14 de marzo, las grandes superficies y las cadenas de moda han llevado a descuentos de hasta el 60% en sus tiendas online para que la población siguiera comprando a domicilio. Sin embargo, el pequeño comercio lo tiene más difícil.
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Muchas tiendas pequeñas no tienen canal de venta online, por lo que no han podido vender nada estos meses. La Confederación Española de Comercio (CEC), que agrupa a las pequeñas y medianas empresas del sector, afirma que lo más adecuado sería la suspensión de las rebajas de verano, o bien posponerlas hasta septiembre. De esta forma, se dejaría margen para que los comercios puedan vender en condiciones estos meses, sin distorsionar el mercado con grandes ofertas nada más abrir.
La patronal del comercio textil Acotex alerta de que en el primer mes de apertura las ventas pueden caer hasta un 70%, un 60% en el segundo y un 50% en el tercero. Si a esa caída de ventas se le suma la obligación de aplicar grandes descuentos para poder competir con las grandes superficies, la situación puede ponerse aún peor para la rentabilidad de algunos establecimientos. No obstante, también es cierto que la ropa que se quedó en los escaparates tras el confinamiento estaba preparada para la campaña de primavera y ahora debería estar en las tiendas la de verano; sin grandes descuentos, sería casi imposible venderla.
La vivienda, los viajes en avión y la electricidad son otros tres grandes afectados
El mercado de la vivienda se enfrenta a una caída de la demanda de entre un 25 y un 50%, que desencadenará una bajada de precios, especialmente, en el producto de segunda mano y en las zonas donde la vivienda es más accesible. Como consecuencia de la crisis sanitaria, a los propietarios les interesa ganar liquidez, por lo que muchos estarán dispuestos a aplicar descuentos sobre el precio real de sus viviendas para venderlas cuanto antes.
Por otra parte, es probable que las aerolíneas no registren beneficios hasta 2021 por la presión en los precios. Está claro que la crisis de demanda y la escasez de confianza que seguirá a la pandemia va a obligar a las compañías a reducir capacidad, ajustar plantilla y ofrecer vuelos a precios muy competitivos para animar a la población a viajar de nuevo, pero compañías como Ryanair ya han reconocido que 2020 y 2021 “no son para ganar dinero”, sino para recuperar la actividad. La aerolínea estima que el tráfico de pasajeros no recuperará niveles precoronavirus hasta 2023.
El sector de la energía también será víctima de esta guerra de precios: FACUA (Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de Andalucía) afirma que, pese al incremento de consumo provocado por el confinamiento y el teletrabajo, los precios de la electricidad en el mercado mayorista se han hundido a lo largo de estos meses. Esto provoca que todos los clientes que ahora mismo estén en el mercado libre paguen más por la electricidad que aquellos que permanecen en la tarifa regulada, lo que podría desencadenar agresivas campañas por parte de las comercializadoras para captar clientes del mercado libre que aún no tengan contratada una permanencia.
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