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En el frente sur de Ucrania, una lucha sangrienta y agotadora para hacer retroceder a los rusos

Soldados ucranianos se desplazan cerca del frente de Kherson
Soldados ucranianos se desplazan cerca del frente de Kherson - Créditos: @JIM HUYLEBROEK

KHERSON.– El comandante llamó a la puerta con desesperación. “¡Ayuda! ¡Necesito ayuda!”, gritó. Cuando Tetiana Kozyr abrió, el comandante se abalanzó al interior cargando un joven soldado sobre las espaldas. Tetiana recuerda que el joven estaba escuálido, todo quemado por el sol y gravemente herido.

Los ucranianos estaban intentando recapturar su aldea, un puntito imperceptible incluso en los más detallados mapas de campaña. Las fuerzas rusas acababan de hacer estallar tres tanques ucranianos. Las casas vecinas ardían en llamas.

El comandante lo depositó cuidadosamente en el piso de la cocina, abrió con los dientes un paquete de gasas y se las puso sobre el cuello y el pecho, que sangraban copiosamente. Tetiana iba de acá para allá sin saber bien qué hacer, impotente y aterrada en su propia cocina, mirando a ese comandante que trataba de salvar la vida del joven.

Ihor Kozub, el comandante de la unidad de voluntarios ucranianos en la ciudad sureña de Mykolaiv
Ihor Kozub, el comandante de la unidad de voluntarios ucranianos en la ciudad sureña de Mykolaiv - Créditos: @JIM HUYLEBROEK

“Lo veía tan asustado que no lo soporté y tuve que mirar para otro lado”, dice Tetiana al recordar la escena, corroborada por algunos de sus vecinos. En el exterior de su casa, había varios soldados ucranianos más, boca abajo sobre el pasto.

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La ofensiva ucraniana en el sur del país fue una operación militar sumamente calculada, prevista durante semanas por sus altos mandos militares con el objetivo de expulsar a los rusos de la estratégica región costera, levantar la moral de la castigada población local, y demostrarles a sus aliados occidentales que Ucrania está haciendo buen uso de las armas suministradas por Occidente.

Y el embate continúa, aunque los avances más notables de las fuerzas ucranianas este mes fueron en el nordeste, donde los rusos escaparon en desbande. Aunque más lentamente, Ucrania también está recuperando territorio en el sur, y según los funcionarios norteamericanos, al presidente Vladimir Putin le preocupa tanto sufrir otro revés bochornoso que no permite que sus comandantes se retiren de Kherson.

Pero la campaña en el sur es aún una historia diferente a la del nordeste. Las entrevistas con decenas de comandantes, soldados rasos, médicos, autoridades locales y referentes civiles que escaparon recientemente de la zona de conflicto revelan que el frente de batalla del sur es más duro y penoso: la lucha es agotadora, desgastante y con muchas bajas, quizás la batalla más cruenta que se libra en Ucrania en este momento.

Un tanque ucraniano rueda cerca del frente de Kherson
Un tanque ucraniano rueda cerca del frente de Kherson - Créditos: @JIM HUYLEBROEK

El problema es que en el sur las fuerzas rusas han logrado atrincherarse y afincarse, y este fin de semana el Kremlin pretenderá “legitimar” la ocupación mediante la celebración de referéndums en las áreas ocupadas, para luego anexarlas a Rusia. Los funcionarios ucranianos dicen que no tienen más remedio que atacar.

Tienen que apurarse a recuperar territorio antes de que las lluvias de octubre conviertan los caminos de la región en un lodazal intransitable. Y quieren seguir mostrándole al mundo que pueden expulsar a los rusos, en especial antes de la llegada de un invierno que se prevé muy crudo y que podría erosionar el apoyo de sus aliados occidentales. El gobierno ucraniano no suele revelar el número de bajas, pero los soldados y comandantes entrevistados describieron las pérdidas en el campo de batalla como “elevadas” y “masivas”, y relataron que cuando lanzan una gran ofensiva con columnas de tanques y vehículos blindados a campo traviesa, son castigados sin piedad por la artillería rusa o son destruidos en el terreno minado.

Un soldado ucraniano que no reveló su nombre por no estar autorizado a hablar públicamente de las bajas, dijo que durante un asalto reciente perdieron “a 50 hombres en menos de dos horas”. El soldado, que trabaja en estrecha colaboración con diferentes unidades, dijo que en otro lugar de la línea de frente “cientos” de soldados ucranianos habían muerto o resultaron heridos en el intento de recuperar una sola aldea, que sigue en manos de los rusos.

Soldados ucranianos cerca del frente de Kherson
Soldados ucranianos cerca del frente de Kherson - Créditos: @JIM HUYLEBROEK

En todo el sur ocupado –un extenso arco de campos, pueblos y ciudades a lo largo del río Dniéper y de la costa del Mar Negro– los rusos han levantado defensas formidables: trincheras zigzagueantes junto a los canales de riego, búnkeres fortificados, trincheras, y hasta trincheras de tanques, abiertas en la tierra con excavadoras y cubiertas con losas de hormigón, que les permiten disparar desde posiciones que para los ucranianos son muy difíciles de atacar.

Los rusos están decididos a conservar este trozo de Ucrania porque es como un colchón protector de la península de Crimea, que Rusia anexó en 2014. La región también sirve como nexo de vías fluviales e infraestructura energética vitales.

A pesar de lo mucho que está en juego, los combates cara a cara entre los dos bandos son muy pocos, a diferencia de lo ocurrido en los primeros días de la guerra en los suburbios de Kiev.

Cuerpo a tierra

En el sur, la muerte es a larga distancia, indiscriminada y total. Cuando llueven proyectiles de artillería, los jóvenes se tiran cuerpo a tierra con las manos en forma de bocina sobre los oídos y la boca abierta, para dejar que la onda expansiva atraviese sus cuerpos y siga de largo.

“Acá la guerra es diferente”, dice Iryna Vereshchagina, médica voluntaria que trabaja cerca del frente de batalla. “Atacamos a los rusos, pero el precio es enorme”, añade. Vereshchagina atendió a cientos de heridos, pero ninguno por herida de bala. “La mayoría muere por las explosiones. Llegan en pedazos”, relata.

En parte, la fuerte resistencia que enfrenta Ucrania en el sur se debe a su efectiva campaña de información previa a la contraofensiva: el mensaje que recibió Moscú fue tan contundente que los rusos rápidamente movilizaron hacia el sur muchos de los tanques, artillería y de las tropas mejor entrenadas que tenía en el nordeste.

Eso dejó desguarnecida a la región de Kharkiv, que fue recuperada por Ucrania hace dos semanas, pero también dejó el sur defendido por decenas de miles de soldados rusos bien equipados. Además, ir al ataque siempre es más peligroso que defender una posición afianzada, en especial cuando el enemigo ya sabe que el adversario viene en camino. Esa situación particular inquieta a muchos soldados ucranianos.

Los ataques de artillería rusa hicieron innumerables cráteres en el sur de Ucrania, destruyendo el paisaje de la zona
Los ataques de artillería rusa hicieron innumerables cráteres en el sur de Ucrania, destruyendo el paisaje de la zona - Créditos: @JIM HUYLEBROEK

“El problema es que avanzamos sin preparación previa de nuestra artillería, sin haber eliminado sus posiciones de fuego”, dice Ihor Kozub, comandante de una unidad militar voluntarios de Mykolaiv (sur). Kozub dice que el Ejército ucraniano está sufriendo “grandes pérdidas por falta de municiones”, y ruega que Estados Unidos envíe más. “Cada uno de estos heroicos ataques se paga con sangre”, dice. “Es atroz”.

“La superioridad de artillería del enemigo no define el resultado”, dice Nataliia Humeniuk, jefa de la división de comunicaciones del comando sur de Ucrania. “La historia sabe de muchas batallas donde lo decisivo fue la eficacia en combate, no el número de armas”. Humeniuk no dio información sobre el número de víctimas, pero el presidente Volodimir Zelensky dijo recientemente que su país perdía 50 soldados por día.

La batalla por el sur es muy diferente de la ofensiva relámpago de Ucrania en el nordeste, donde las tropas rusas claramente no estaban preparadas. En el sur, los ucranianos han recuperado apenas unos cientos de kilómetros cuadradas, menos de un 10% del territorio recuperado en el nordeste en unos pocos días.

Pero los comandantes ucranianos del frente sur siempre supieron que la batalla sería extenuante. La estrategia fue cortar las líneas de suministro rusas, volando rutas y puentes, para estrangular lentamente la capacidad de los rusos de llevar alimentos, combustible y municiones a sus tropas.

Jeffrey Gettleman

Traducción de Jaime Arrambide