Yahoo Finanzas Estados Unidos, el país donde dar a luz puede ser una ruina
Antes de lanzarse en el proyecto de tener un hijo, Stella Apo Osae-Twum y su esposo lo hicieron todo de la manera correcta: se dirigieron a un hospital cubierto por su seguro y consultaron a un obstetra, todo acorde a su cobertura de atención médica.
Luego vino lo inesperado: la mujer dio a luz trillizos prematuramente y los gastos médicos se dispararon. El monto total ascendió a los 877.000 dólares.
“Cuando las cuentas comenzaron a llegar, para serte honesta, emocionalmente estaba hecha pedazos. Todo esto mientras intentaba atender a tres bebés prematuros “, explicó la mujer al diario londinense The Guardian.
Su aseguradora accedió a pagarle más de 800.000 dólares, pero a ella y a su esposo le corresponden no obstante unos 51.000.
Ello se debe a lo que se llama “facturación sorpresa”, cuando no hay forma de saber si los profesionales que seguirán a la futura madre (desde la ambulancia hasta el personal presente en la sala de operaciones) forman parte de la “red” de referencia de su plan de seguro.
Eso fue lo que le ocurrió a Apo Osae-Twum: ninguno de los neonatólogos que intervinieron en este caso tan complejo estaba en la lista de su red de cobertura médica.
De ahí que solo la intervención de un grupo de patrocinadores ha salvado a la familia del abismo económico: gracias a la mediación con el hospital, se ha reducido la factura a unos 1.300 dólares.
No es un caso aislado, se podría decir que es la historia en todo el país: Estados Unidos es la nación más cara del mundo para dar a luz. En la primera potencia económica del mundo la llegada de un hijo te puede llevar a la bancarrota, literalmente.
Porque desafortunadamente -asegura The Guardian- hay casos de familias literalmente enviadas a la calle por culpa de los gastos que acarrea un parto.
Uno de los mejores estudios sobre este tema escrito en los Estados Unidos tiene ya diez años, pero el autor ha asegurado al periódico británico que ahora mismo hay alrededor de 56.000 familias que anualmente terminan en bancarrota después de recibir un nuevo bebé. “Esto no debería suceder en las democracias occidentales”, opina la Dra. Steffie Woolhandler.
Cifras que asustan
¿Cuánto cuesta tener un hijo? Es muy difícil establecer el costo promedio de un nacimiento en un país grande y complejo como Estados Unidos, pero en 2013, Childbirth Connection pudo llegar a un estimado: en promedio, los hospitales facturaron 32.093 dólares por parto natural sin complicaciones y por tratamiento inmediato, así como 51.125 dólares en el caso de cesáreas, más el cuidado del recién nacido.
Los seguros generalmente cubren una gran parte de estos costos, pero las familias todavía se quedan a menudo enganchadas a facturas de miles de dólares.
Mientras casi la mitad de las madres estadounidenses están cubiertas por Medicaid, un programa disponible para familias de bajos ingresos que cubre casi todos los costos de un nacimiento, las mujeres con seguro médico privado que han dado a luz todavía pagan regularmente miles de dólares en copagos, deducibles y servicios parcialmente reembolsados.
En 2013, Childbirth Connection estimó un promedio de 3.400 dólares de costos extras en la atención al parto para madres que incluso ya poseen su seguro privado.
Según un estudio de Federation of Health Plans, formado por los líderes de seguros de salud, las cifras son más bajas, aunque igualmente relevantes: en 2015, las aseguradoras habrían pagado un promedio de 10.808 dólares por cada niño nacido.
Dado que los seguros generalmente cubren a la gran mayoría, aunque no a la totalidad, de los costos, esto significa que a menudo se quedan sin cubrir miles de dólares.
Comparativa con otros países
En relación con otros países igualmente desarrollados, aquí los costos son exorbitantes. En España, por ejemplo, tener un hijo por la vía privada (el país cuenta con un sistema sanitario completamente público) cuesta unos 1.950 dólares, ya que las aseguradoras negocian precios mucho más bajos con los hospitales, según cifras de Federation of Health Plans.
En el Reino Unido, incluso teniendo en cuenta los lujosos alojamientos ofrecidos a la Duquesa de Cambridge para el nacimiento de su hija, la Princesa Charlotte, se cree que la factura estuvo cerca de los 18,000 dólares, mucho más barato que cualquier nacimiento en Estados Unidos.
Resultados peores
Como si ello no bastara, Estados Unidos constantemente entra en la lista de los países desarrollados con resultados pobres en materia de salud materna y neonatal.
Aquí la tasa de mortalidad infantil llega a los 6,1 por cada 1.000 nacidos vivos, una cifra más alta que en Eslovaquia y Hungría, y casi tres veces mayor a la de Japón y Finlandia.
Estados Unidos también posee la peor tasa de mortalidad materna en el mundo desarrollado. Ello significa que se trata de un país industrializado donde no solo nacer es más costoso, sino donde venir al mundo resulta un verdadero riesgo para madre e hijo.
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