Empresas de móviles y telecomunicaciones se interesan por audio de alta calidad

Por Jeremy Wagstaff SINGAPUR (Reuters) - Unos audiófilos, en su mayoría hombres jóvenes, se congregan en un salón de fiestas de un hotel de Singapur, valorando con atención cascos, auriculares y dispositivos intraurales con precios que van desde los 50 dólares a los 10.000. Junto a ellos están los reproductores digitales de audio (DAP, por sus siglas en inglés), con una pared entera de la exposición dedicada al rey de los DAP: el iriver. Hace menos de cinco años, la empresa surcoreana estaba a un paso de la bancarrota, ya que sus económicos reproductores de MP3 afrontaban la competencia del iPod de Apple y el auge de los teléfonos inteligentes con reproductor de música incorporado. Sin embargo, después de algunos pasos en falso y un cambio de nombre, Astell & Kern ha creado un pequeño pero lucrativo mercado para aquellos que quieran escuchar música tal como suena en los estudios de grabación o en las salas de conciertos. Este es el mundo de audio en alta resolución (HRA, por sus siglas en inglés), un nicho que los fabricantes de teléfonos inteligentes, compañías de música e incluso operadores de telecomunicaciones esperan que, si no se desplaza al mercado convencional, al menos salpique algunos de sus gruesos márgenes a sus cuentas de resultados. "Ahora a la gente le interesan reproductores de 3.000 dólares", dijo James Lee, vicepresidente de Astell & Kern. "Antes solían pensar que los reproductores de 300 dólares eran una locura. Ahora el precio medio es de 1.000 dólares". Y eso no es nada comparado con los 55.000 dólares que cuestan un par de cascos electrostáticos Sennheiser Orpheus HE 1 que descansan sobre un amplificador montado en mármol que se muestra a algunos clientes escogidos en una habitación del piso 34 del hotel. La demanda de este tipo de dispositivos de alta resolución de audio se está viendo alimentada en parte por cambios en los estilos de vida. Pasamos más tiempo en nuestros desplazamientos al trabajo, vivimos en apartamentos más pequeños y usamos teléfonos más inteligentes y servicios musicales en streaming como Spotify. Según las consultora Nielsen, los estadounidenses pasan 24 horas a la semana escuchando música. Esto ha animado a los fabricantes de hardware. La compra de la compañía de auriculares y música por streaming Beats, por la que Apple pagó 3.000 millones de dólares en 2014, ha eclipsado los esfuerzos de otros fabricantes para ofrecer accesorios y características de audio.