Empresas de las que ahora se 'huye' en Wall Street como de la peste
Cadena de suministro e inflación son las grandes preocupaciones de las empresas
El gasto de los consumidores aguanta pero se espera que empiece a caer pronto
Se prevé que compañías como Walmart, Target o Amazon sean las más golpeadas
Los empresarios están preocupados por la inflación y por las complicaciones (entre retrasos, cuellos de botella, inseguridad etcétera) en las cadenas de suministros.
Lo han dicho recientemente en la reunión de Davos, pero también lo explican en sus resultados trimestrales y lo están diciendo en las conferencias con analistas, según cifras de Factset.
Esta consultora de datos ha certificado que a la hora de referirse a cuestiones que impactan sus negocios explica que en las conferencias sobre resultados trimestrales entre el 15 de marzo y el 19 de mayo, 338 de las empresas del índice S&P500 citaron la cadena de suministros o “supply chain”. Es una cifra cercana al récord del tercer trimestre en 2021.
Y las referencias a la inflación han sido generalizadas en esos comentarios sobre cuentas y expectativas. Desde hacía 12 años no se habían hecho tantos comentarios sobre los aumentos de los precios.
Y todo ello tiene al sector del comercio al por menor en un momento difícil por la gestión de los inventarios, la presión en los márgenes y el cambio del consumo, algo que tiene en guardia a algunos analistas.
El consumo aguanta... aunque no se sabe hasta cuándo
De momento, los estadounidenses siguen abriendo sus carteras y sobre todo usando sus ahorros y tarjetas de crédito para seguir consumiendo, algo que es bueno para la economía. No obstante los analistas de Morgan Stanley, cuestionan que el deseo de mantener el gasto alto vaya a continuar.
Este banco de inversión ha hecho una encuesta en la que se refleja que los consumidores están sintiendo los efectos de la inflación hasta el punto de que el 62% de los aproximadamente 2,000 participantes en el estudio lo consideran su primera preocupación (hace tres meses era la del 56%). La gran preocupación es la gasolina, que actúa como un impuesto regresivo.
Más de la mitad de los consumidores tiene planes de recortar gasto y mucho más en el segmento de los que tienen ingresos bajos.
¿Dónde se planea recortar el gasto? En los bienes y servicios a los que menos afecta la inflación, como restaurantes, tiendas de ropa y zapatos. Los consumidores tienen que hacerse presupuestos y hay que recortar de donde se puede (discretionary) para continuar pagando facturas y el consumo indispensable (staples).
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El sentimiento que recoge el equipo de Morgan Stanley es negativo, y a la par del que captura la encuesta del sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan que apunta a un índice a niveles recesionarios.
La mitad de los consumidores piensas que su situación financiera es peor que hace un año y la proporción de quienes creen que es un mal momento para hacer grandes gastos para el hogar (cambiar la nevera o una lavadora), comprar vehículos o casas es una de las más altas desde que este banco empezó a pulsar el sentimiento de quienes con su gasto se encargan del 70% de la evolución del PIB.
Las empresas más afectadas por la bajada del consumo
Dado que la inflación afecta más a quienes menos tienen, ya que gastan proporcionalmente más de sus ingresos en gastos ineludibles, hay dos conclusiones inmediatas para estos analistas. La primera es que “los consumidores de bajos ingresos van a reducir su gasto” por lo que “estamos más negativos con respecto a compañías orientadas a estos consumidores”.
Y la segunda es que la presión en los precios “unida al sobreconsumo de bienes durante la pandemia va a significar una menor demanda para empresas de consumo discrecional”. Es decir lo no esencial: automóviles y componentes, bienes de consumo duradero, vestido, servicios de consumo como hoteles, restaurantes y entretenimiento además de distribución.
Es algo que se refleja en los resultados conocidos de empresas como Walmart, Target y GAP que han visto un cambio en el consumidor que les perjudica y les aleja de compras altamente discrecionales. Otros comercios más centrados en el consumo de bienes de primera necesidad o tiendas orientadas a presupuestos holgados como Lowe´s, Home Depot, han corrido una suerte distinta por el tipo de clientela que tienen, con más presupuesto.
“Si Amazon, Walmart y Target tienen problemas para operar en este entorno, es posiblemente peor para empresas más pequeñas y menos eficientes”, explican los analistas de Morgan Stanley para concluir que aunque los consumidores sigan gastando, si lo hacen a un nivel más bajo pueden perjudicar a muchas empresas “motivo por el cual somos tan negativos en este segmento del mercado”.
En su informe, y a la hora de ofrecer alternativas de inversión este banco opta por valores defensivos y también apuntan a en empresas en crecimiento que no tengan una alta valoración (GARP) y que puedan defenderse en un mercado bajista. Estas son:
Coca Cola, Pepsico y Procter & Gamble, en consumo esencial o staples
Exxon Mobile, en energía
Becton Dickinson, Abbot Labs, CVS Health y Anthem en salud
Johnson Controls y Deere en el área industrial,
Mastercard en servicios financieros
LyondellBasell y Linde en el sector de materiales.