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Elecciones en Estados Unidos: Ron DeSantis lanza su candidatura presidencial y abre un esperado duelo con Donald Trump

El gobernador de Florida, Ron DeSantis
El gobernador de Florida, Ron DeSantis - Créditos: @John Raoux

WASHINGTON.- Con un papelón tecnológico de por medio, por problemas técnicos de Twitter, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, lanzó su campaña presidencial hacia 2024, y abrió una pelea ampliamente esperada con Donald Trump por el liderazgo y la candidatura del Partido Republicano en la pelea por la Casa Blanca. DeSantis, de 44 años, aparece como la última esperanza del establishment para destronar a Trump, quien aún lidera cómodo en las encuestas, a pesar de su largo prontuario de causas judiciales y la mancha que dejó en su presidencia el ataque al Congreso del 6 de enero de 2021.

Todo estaba listo para un anuncio original: DeSantis acordó lanzar su campaña en un Twitter Space, con Elon Musk, dueño de la plataforma, como anfitrión. Pero el lanzamiento fue un desastre: durante más de 20 minutos, Musk y su equipo y los servidores de Twitter colapsaron una y otra vez y hubo varios intentos fallidos por comenzar la charla. Hubo largos silencios, arranques truncos, la aplicación de Twitter se cayó en los celulares. “Se sigue cayendo, ¿no?”, se escuchó en un momento. Finalmente, Twitter solucionó los problemas y DeSantis brindó su mensaje. “Bueno, parece que estamos transmitiendo”, dijo Musk, antes de cederle la palabra a DeSantis.

“Me postulo para presidente de los Estados Unidos para liderar nuestro gran regreso estadounidense”, anunció, finalmente, DeSantis. Unas 110.000 personas escuchaban. DeSantis terminó leyendo su discurso a las apuradas. “Gracias por aguantar los problemas técnicos”, dijo Musk, cuando el gobernador terminó.

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Ya a esa altura, Twitter estaba en llamas con memes, bromas y chicanas. “DeSastre”, tuiteó Donald Trump Jr.. “Este link funciona”, replicó, rápido de reflejos, el equipo de Biden desde la cuenta personal del mandatario, con un link a su página web para hacer donaciones. La falla tecnológica se convirtió en trending topic, opacando todo el evento.

El gobernador de Florida Ron DeSantis, en el Centro de Convenciones de Tampa, Florida, el 8 de noviembre de 2022.
El gobernador de Florida Ron DeSantis, en el Centro de Convenciones de Tampa, Florida, el 8 de noviembre de 2022. - Créditos: @GIORGIO VIERA

Ya antes de ese papelón, el pulso político de Estados Unidos marcaba que DeSantis se enfrenta a un enorme desafío para poder quedarse con la nominación presidencial del Partido Republicano.

Aunque el gobernador, un férreo conservador, logró una contundente reelección en Florida el año pasado, en las elecciones de medio término que terminaron siendo un fiasco para los republicanos, su esfuerzo por posicionarse como una alternativa a Trump sólo ha conseguido, de momento, afincarlo en el segundo puesto en la carrera por la nominación. Trump lidera los sondeos con un respaldo abrumador, superior al 50%, contra un 20% para DeSantis, según el promedio de encuestas de RealClearPolitics. Y la brecha se amplió en las últimas semanas. “Porque Ron DeSantis va rengueando a la línea de largada”, tituló días atrás The New York Times.

Al frente de la Florida, un estado que bajo su mando arraigó su identidad conservadora y se convirtió en un bastión de los republicanos, DeSantis forjó un perfil que sedujo a la derecha norteamericana y lo instaló en la alta política como una figura joven, fresca y combativa, un defensor a ultranza de muchas ideas y valores que pregona Trump, pero más potable que el magnate para el electorado moderado, y, por lo tanto, capaz de derrotar al presidente, Joe Biden, y recuperar la Casa Blanca.

La revista New Yorker lo describió en un perfil como “Trump con cerebro”, más inteligente, más trabajador, más sofisticado y mejor preparado que el magnate. Pero su respaldo en las encuestas ha flaqueado, al igual que el entusiasmo por su candidatura dentro del Partido Republicano, donde muchos descuentan que Trump ganará sin dificultades la interna. Para llegar a la Casa Blanca, DeSantis deberá derrotar a las dos principales figuras de la política norteamericana: Trump y Biden. Su campaña apuntará contra ambos.

En las urnas

Forjado en Yale y Harvard, donde estudió Derecho, DeSantis trabajó como abogado en Guantánamo y en Irak antes de entrar en la política. Ironías de la vida, DeSantis recibió un empujón decisivo por parte de Trump que catapultó su carrera política y allanó su camino para ser gobernador de Florida, en 2018.

“El congresista DeSantis es un joven líder brillante, Yale y luego Harvard Law, sería un gran gobernador de Florida. ¡Él ama a nuestro país y es un verdadero luchador!”, tuiteó Trump a fines de 2017.

DeSantis ganó la gobernación de Florida por apenas 30.000 votos ante Andrew Gillium, una estrella demócrata en ascenso que luego se desvaneció en escándalos de fraude, drogas y sexo. Trump siempre dijo que DeSantis triunfó gracias a su apoyo.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, junto a Donald Trump.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, junto a Donald Trump. - Créditos: @Evan Vucci

La pandemia convirtió a DeSantis en una figura nacional. Florida fue, en sus propias palabras, un refugio para la libertad, un santuario libre de las restricciones que impusieron otros gobernadores.

“Defendimos la libertad de punta a punta, y el resultado fue que Florida derrotó al ‘Faucismo’, dijo DeSantis en la conferencia conservadora CPAC el año pasado, una referencia al doctor Anthony Fauci, figura de la pandemia, asociado a las medidas para controlar el virus, que muchos tomaron como una afrenta a la libertad individual.

El año pasado, DeSantis arrasó en las elecciones de medio término: consiguió su reelección con el 59,4%, imponiéndose prácticamente en todos los condados de la Florida, que se tiñó de rojo. Su triunfo contrastó con una nueva frustración para el Partido Republicano, que a pesar de recuperar la Cámara de Representantes, fracasó en capturar el Senado.

Ese triunfo lo puso inmediatamente en carrera a la Casa Blanca, y al menos por unos meses, donantes y figuras republicanas se entusiasmaron con un “trumpismo sin Trump”. Sin embargo, el apoyo a Trump apenas flaqueó, y el magnate logró incluso ampliar el apoyo de su base en medio de sus escándalos en la Justicia. Ante esa solidez, DeSantis comenzó a mostrar dificultades para arraigar el respaldo a su favor, no solo de los votantes, sino también de los donantes y las figuras de su partido, a quienes aún debe demostrarles que puede competir de igual a igual con Trump.

Nada está dicho todavía, y el duelo más esperado por el liderazgo del Partido Republicano y la Casa Blanca apenas ha comenzado.