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El vodka más ecológico del mundo: en vez de liberar CO2, lo consume

Si nos dicen que imaginemos formas consumir de manera ecológica es posible que pensemos en comprar frutas y verduras locales y de temporada, en utilizar el transporte público o en evitar los envases de plástico. Sin duda, lo último que pensaríamos es en beber vodka.

Sin embargo, una nueva compañía está dispuesta a hacernos cambiar de idea gracias a una ingeniosa técnica de fabricación que convierte su vodka en un producto extremadamente ecológico.

Vía Air Co.
Vía Air Co.

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Es prácticamente imposible llevar a cabo cualquier proceso industrial sin generar emisiones o residuos de algún tipo; en el caso del vodka, producir una botella genera aproximadamente 1,36 kg de gases de efecto invernadero. Esto se debe en parte a la propia naturaleza de la reacción química en la que se basa su producción.

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El vodka está compuesto básicamente de agua y etanol. Tradicionalmente se han utilizado granos molidos y una levadura que transforma los azúcares en alcohol durante la fermentación, generando CO2 como residuo. Pero esta no es necesariamente la única manera de obtener etanol.

La start-up Air Co. ha ideado una técnica similar a la que utilizan las plantas para realizar la fotosíntesis, de manera que el proceso tiene balance de carbono negativo: no sólo no produce CO2, sino que además lo elimina. La clave está en capturar el CO2 que se produce en otras industrias. A continuación se llevan a cabo ciertos procesos de electrólisis y destilación y finalmente se obtiene el alcohol y se libera oxígeno.

Además de todo esto, la energía utilizada en todo el proceso es suministrada por placas solares, por lo que el resultado final es un producto tremendamente sostenible. De momento se va a probar en varios restaurantes y licorerías de Nueva York y, si todo va bien, la compañía planea abrir más destilerías. ¡Un aplauso para las iniciativas ecológicas fundamentadas en la ciencia!

Vía Air Co.
Vía Air Co.