El terrorífico contrato militar de Google que ha hecho dimitir a sus empleados

‘Don’t be evil’. No seas malvado. Ese era el eslogan con el que Google se presentó al mundo. El objetivo de tan llamativa frase era el de desvincularse de otras empresas tecnológicas como Microsoft, que a principios de los años 2000 estaba obsesionada con demandar a todos aquellos que utilizaran sus programas de manera pirata. Pero casi dos décadas después, esa frase ha perdido todo el sentido: Google ha firmado su primer contrato con el Ejército de los Estados Unidos y hay muchos trabajadores que no están contentos. Tanto, que están dimitiendo en masa.

En plena ofensiva de los Estados Unidos sobre Siria, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos parece muy interesado en utilizar la tecnología de la compañía del buscador para sus intereses bélicos. En concreto, el ejército quiere utilizar sus programas de Machine Learning, esos que hacen que las máquinas aprendan de sus errores o incluso enseñen a otras máquinas.

El proyecto se denomina Joint Enterprise Defense Infrastructure (JEDI), y tiene un presupuesto de 10.000 millones de dólares, según adelanta la web 9to5Google. Pero Google no aspira a llevarse todo el pastel: las leyes antimonopolio del país de Trump lo impiden.

Lo que sí ha conseguido Google es firmar en exclusiva un proyecto llamado Maven, que supuestamente consiste en dotar a los drones de inteligencia para reconocer por sí mismos todo lo que estén grabando. Por ejemplo, en el campo de batalla podrían distinguir a soldados enemigos de civiles -por el uniforme- o a un tanque de un coche. No haría falta que ningún humano revisara las grabaciones, las máquinas emitirían un informe en tiempo real de lo que están filmando.

Aunque el contrato se firmó en septiembre del año pasado, y los responsables del acuerdo aseguraron a los empleados de Google que su software no iba a servir para ninguna misión bélica o en la que hubiera armas de por medio, parece que la verdad va por otro lado. Según acaba de filtrar el New York Times, Fei-Fei Li, directivo de Google y responsable del acuerdo, pidió encarecidamente que no se filtraran los detalles de la firma para que nadie hablara de ‘drones armados con inteligencia artificial’.

Pero a pesar de sus intentos, todo el mundo ha terminado sabiéndolo. Y ha sido gracias a los propios trabajadores de Google, que se sienten traicionados por su compañía por hacer que su trabajo termine siendo utilizado para matar a seres humanos.

Según informa Gizmodo, al menos 12 empleados de Google han presentado su dimisión por este asunto. Hablamos de mega expertos en Inteligencia artificial, trabajadores ultra cualificados que podrán irse ahora a la competencia para trabajar en productos que mejoren la vida de las personas (y no acaben con ella).

Y esta no ha sido la única protesta interna. Unos 4.000 trabajadores han firmado una petición para que Google deje de colaborar con la industria armamentística y que además pida a Google que en el futuro se desvincule por completo de este tipo de trabajos.

¿Tendrán resultado estas quejas? ¿Se replanteará Google sus políticas de contratación? Solo el tiempo responderá a estas preguntas. Lo que está claro es que una máquina dotada de armas y con la inteligencia artificial más avanzada del mundo es algo terrorífico. Por cierto, en abril de 2018 Google eliminó el viejo eslogan ‘Don’t be evil’ de su código de conducta. Llegan tiempos nuevos. Y terroríficos.