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El campeón de las baterías en China también las cargará en el extranjero

Por Katrina Hamlin y Robyn Mak

HONG KONG (Reuters Breakingviews) - (Los autores son columnistas de Breakingviews. Las opiniones expresadas son propias)

El fabricante chino de baterías para coches eléctricos CATL presume de tener su valoración a plena carga. Pero para mantener el listón, la empresa necesita también recargarse en el exterior.

Muchos campeones chinos se estancan en el extranjero, aunque en este caso una salida a bolsa de 2.000 millones de dólares podría servir de ayuda.

El grupo quiere levantar 13.200 millones de yuanes ($2.000 millones) con su salto al mercado de Shenzen el año que viene. Con una capitalización proyectada de 20.000 millones de dólares, se convertiría en la empresa más grande del ChiNext, el Nasdaq chino.

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En la primera mitad de 2017, CATL sobrepasó los 2.000 millones de yuanes de beneficio. Suponiendo que ese ritmo se haya mantenido en el segundo semestre, la valoración ascendería a 32 veces el beneficio anual estimado, por encima del PER de 22 veces al que cotiza su rival surcoreano Samsung SDI.

La compañía es líder del sector en China, donde se beneficia de políticas de apoyo y de sus relaciones con unos fabricantes de coches chinos que tienen apoyo estatal.

Pero para justificar su mareante precio necesita conquistar el extranjero, donde su cuota de mercado es escasa y el éxito no está garantizado, teniendo en cuenta lo conservadores que son los fabricantes de automóviles a la hora de adoptar nuevos proveedores.

Pese a no ser una empresa pública, el claro apoyo de Beijing supone otro riesgo porque actualmente los lazos con el Gobierno son un verdadero obstáculo para los reguladores extranjeros.

Seguir la línea del partido conduce por lo general a decisiones de inversión mediocres y cambios repentinos en las políticas pueden minar al completo un modelo de negocio.

Por ejemplo, si China decidiese de repente dejar de incentivar los coches eléctricos, sería catastrófico para los beneficios de las empresas.

Pero si no lo hace, hay razones que invitan al optimismo. CATL proyecta alcanzar una capacidad de producción anual de 50 gigawatios/hora en 2020 (casi un 50 por ciento más que la megafábrica de Tesla), asegurándose economías de escala sin parangón.

La compañía está invirtiendo con decisión en las químicas más densas que prefieren los fabricantes de coches extranjeros y asegura que destinará a investigación cerca de la tercera parte de los fondos que obtenga con la salida a bolsa.

Su principal reto será forjar relaciones. Samsung SDI, Panasonic y LG Chem ya han hecho migas con muchos de los fabricantes de automóviles más importantes.

CATL está empezando a hacer incursiones en Europa, un mercado fundamental para el coche eléctrico, creando asociaciones con Daimler, BMW, y Volkswagen.

En 2017, invirtió en la empresa finlandesa Valmet Automotive, que se autoproclama como "pionera" en la fabricación de coches eléctricos y tiene contratos con Porsche ( PSHG_p.DE) y Mercedes-Benz.

Los campeones chinos rara vez prosperan fuera de casa, pero esta vez podría ser diferente.