El BCE mantiene sin cambios su estrategia, calla sobre el rumbo futuro

Por Francesco Canepa y Balazs Koranyi

MADRID (Reuters) - El Banco Central Europeo mantuvo los tipos de interés sin cambios en mínimos históricos el jueves y su presidente dijo que la entidad estaba comprometida a continuar con su programa de compras de activos destinado a estimular el crecimiento y la inflación.

Sin embargo, en una conferencia de prensa, Mario Draghi dio pocas pistas sobre las medidas que el banco podría tomar a finales de este año para garantizar que la compra de activos continúe sin problemas, limitándose a decir que quienes toman las decisiones evaluaban las conclusiones técnicas sobre las diversas opciones a las que llegaron sus expertos.

Draghi añadió que el consejo del banco no debatió poner fin al programa ni ampliarlo.

"A veces también es importante decir lo que no debatimos. Y no debatimos ni la retirada gradual (del programa de expansión cuantitativa) ni el horizonte previsto para nuestro programa de compra de activos", dijo.

Ante la recuperación "moderada pero constante" -en palabras de Draghi- de la economía de la zona euro, Draghi consideró que el esfuerzo de estímulos realizado ha sido más exitoso de lo que el BCE había esperado, y rechazó las sugerencias de que los niveles ultrabajos de tipos sean contraproducentes.

"La conclusión fue que no deben impedir la transmisión de la política monetaria. No tenemos ninguna evidencia de que estén obstaculizándola. En otras palabras, los tipos bajos están funcionando", dijo.

Tal como se esperaba, el BCE mantuvo el jueves el tipo de depósitos en el -0,4 por ciento y mantuvo su orientación de que los tipos se mantengan en sus niveles actuales o más bajos durante un periodo prolongado.

El euro llegó a subir ante los comentarios de Draghi un 0,5 por ciento a 1,1040 dólares, tras tocar en la sesión un mínimo de tres meses de 1,0952. Sin embargo, posteriormente caía a 1,0938 dólares.

El BCE ha introducido un plan de estímulo sin precedentes desde hace años con tipos por debajo de cero, préstamos gratis para los bancos y más de un billón de euros en la compra de bonos, todo ello con la esperanza de reavivar el crecimiento y elevar la inflación hasta su objetivo de justo por debajo del 2 por ciento después de más de tres años sin alcanzarlo.

En un principio el plan de la llamada flexibilización cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés) tiene en marzo del año que viene su fecha de caducidad, pero el banco siempre ha dicho que duraría hasta que se observe una recuperación sostenida de la inflación.

Cualquier ampliación significativa de las compras de activos exigirá que el BCE modifique algunas de las limitaciones técnicas del programa para contrarrestar la escasez de algunos activos, como los bonos alemanes.

Entre dichos cambios podrían incluirse algunas de las limitaciones autoimpuestas del BCE, como la norma que prohíbe al banco comprar activos de rendimiento inferior a su tipo de depósito o la norma que exige que compre activos en proporción a la participación de cada país en el BCE.

"Seguimos comprometidos con la preservación del muy considerable grado de flexibilidad monetaria que es necesario para asegurar una convergencia sostenida de la inflación hacia niveles por debajo pero cerca del 2 por ciento en el mediano plazo".

"En este momento, tenemos opciones", dijo de la situación antes de una reunión en diciembre, donde se espera que haya decisiones.

LENTO, PERO CONSTANTE

La economía de la zona euro se está moviendo lenta, pero constante, la inflación se encuentra en máximos de dos años, los proyectos de presupuestos nacionales sugieren un poco más de apoyo fiscal y el impacto inicial de la decisión británica de abandonar la UE sobre las economías de la zona euro se ha silenciado.

Draghi dijo que se espera que el crecimiento del tercer trimestre en la eurozona repita el 0,3 por ciento alcanzado en el segundo trimestre al tiempo que observa que los riesgos para las perspectivas económicas continúan con inclinación bajista, en gran parte por factores externos.

Todos los analistas consultados por Reuters esperan que los tipos se mantengan sin cambios y la gran mayoría de ellos proyecta en diciembre una extensión del programa de compra de activos de entre tres a seis meses.

Para el BCE, la raíz del problema es que la inflación sigue siendo demasiado débil y puede no alcanzar el objetivo todavía durante otros dos o tres años más como mínimo.

A pesar de que los precios crecieron al 0,4 por ciento el mes pasado y podrían superar el uno por ciento en la primavera, el aumento se debe casi por completo a que se desvanecieron los efectos de los bajos precios del petróleo y no a un repunte de la inflación subyacente.

El crecimiento de los salarios sigue siendo débil, la inflación subyacente se mantiene por debajo del uno por ciento y la tasa de paro es elevada, lo que sugiere que la inflación aún está lejos de los niveles de crecimiento que había esperado el BCE.

Draghi reafirmó la reiterada llamada a los gobiernos de la eurozona para apoyar la política del banco con medidas fiscales que favorezcan el crecimiento y con reformas estructurales, añadiendo que hay que centrar la atención en medidas que aumenten la productividad y mejoren el entorno empresarial.