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El atraco persistente de la factura telefónica: seguimos pagando cuatro veces más que en Europa

Hace poco más de un año respirábamos cuando la Unión Europea prohibía que se cobrase recargo a las llamadas, mensajes y conexión con datos móviles (roaming) dentro de cualquier país del espacio común europeo. Fue positivo, aunque supuso sólo algo de alivio para los consumidores españoles, que siempre hemos tenido algunas de las tarifas más altas de telefonía del viejo continente.

Los europeos pagan cuatro veces menos que un español por comunicaciones móviles similares, a tenor de los precios que Movistar, Vodafone y Orange ofrecen en España. El ejemplo más significativo es el de Vodafone. En Italia tiene una tarifa del teléfono móvil en la que ofrece 10GB de datos sobre 4G y llamadas ilimitadas por 9,99 euros. En España la compañía ofrece una tarifa muy parecida, con 12GB y con llamadas ilimitadas, pero por 39 euros. Es decir, un usuario español que contratase durante dos años servicio pagaría casi 700 euros más que un italiano por una tarifa similar.

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Foto (AFP Photo/BEN STANSALL)
Foto (AFP Photo/BEN STANSALL)

Respecto a las tarifas combinadas de red y telefonía móvil, un estudio realizado por Kelisto.es muestra que los usuarios en España también pagan hasta un 24% más de media en la tarifa que los demás países de su entorno. Los consumidores españoles abonan una cantidad de 49,95 euros al mes en el contrato medio de internet con teléfono. La media europea se queda en 37,67 euros mensuales. Esto se traduce en que pagamos unos 87 euros más al año que el resto de nuestros países vecinos.

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Pero ¿por qué ocurre esto? Un motivo importante es que el consumidor español se caracteriza por su inmovilismo y un cierto miedo al cambio de compañía, a pesar de que podría ahorrar si elige la tarifa que más se ajusta a sus necesidades de consumo. Las compañías saben cómo son los españoles e inflan las tarifas por las “bajas” probabilidades de fuga de clientes. Además, si todas las compañías tienen precios parecidos, ¿para qué va a querer cambiar se el cliente?

En Europa la gente está más acostumbrada a analizar los precios y no se tienen reparos en abandonar a las empresas de telecomunicaciones si te ofrecen algo mejor. La mentalidad europea hace que la oferta sea más competitiva y eso repercute en los precios con tarifas más económicas y ajustadas.

Por desgracia, las compañías telefónicas se aprovechan bastante de la necesidad que tenemos de estar conectados y comunicados. Los recursos que tienen los consumidores para protestar son pocos. Por ello, es bastante importante que los legisladores tomen cartas en el asunto y pongan límites cuanto antes a los abusos que puedan existir y marquen unos precios máximos igualitarios para toda la Unión Europea. Es triste que tenga que ser a golpe de leyes, pero a veces no hay otra solución.

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