Los argentinos no pueden vivir sin él: ven cómo va desapareciendo del mundo

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(Bloomberg) — El consumo de carne ha estado disminuyendo en todo el mundo desde los primeros días de la pandemia. En 2022, el impacto en la demanda se sintió en la carne de vacuno, y aunque la inflación se enfríe, todo apunta a que la presión continuará este año, especialmente en algunas de las naciones más carnívoras del mundo.

No es raro que las compras de carne caigan durante las crisis económicas. Lo sorprendente es que la demanda está disminuyendo más rápidamente en muchos de los países en los que la carne de vacuno ha sido tradicionalmente la proteína preferida. En Brasil, el consumo iba camino de alcanzar un mínimo histórico en 2022. Según datos de NielsenIQ, los consumidores estadounidenses han reducido sus compras en más de un 4% en el último año, mientras que las ventas de asado y filete de vacuno en el Reino Unido se han desplomado.

"Un lujo"

Quizás ningún lugar refleje mejor esta tendencia que Argentina. El asado argentino está tan estrechamente arraigado en el tejido nacional que, incluso durante algunas de las peores recesiones, el consumo demostró ser resistente a los ajustes de cinturón. La reciente escalada de precios en un país famoso por consumir más carne de vacuno que casi ningún otro está obligando a los consumidores a optar por el pollo, que ahora compite por el título de la proteína más consumida en el país.

Omar Aníbal Sosa, residente de Buenos Aires de 41 años y padre de tres hijos, recuerda con nostalgia su último asado, hace más de un mes, lo que en Argentina parece una eternidad. Recuerda el menú: sustituyó a regañadientes las antaño insustituibles asado de tira y vacío por cortes de baja calidad como el bistec de falda, junto con pollo y cerdo. Y compró la carne pidiéndole al carnicero que le cortara uno o dos filetes, en lugar de hacer el pedido por kilos, como es tradicional.

“Yo prendía la parrilla todos los fines de semana”, dijo Sosa, quien trabaja como personal de mantenimiento de la iglesia y repartidor.

“Hoy en día, hacer un asado es un lujo”, señaló.

Para 2023, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos pronostica que el consumo será prácticamente plano en todo el mundo. Sin embargo, en algunos de los mayores mercados de carne de vacuno la caída será pronunciada. En Argentina, la agencia prevé un descenso de más del 2%, mientras que en EE.UU. la caída sería del 5%.

Puede ser difícil captar con precisión la caída de la demanda, porque la mayoría de los analistas toman la producción de carne como base de sus estimaciones de consumo. Algunas de las mejores medidas de la disminución del interés por la carne de vacuno provienen de una combinación de seguimiento de las ventas minoristas e información anecdótica.