Yahoo Finanzas Los datos de la producción de gas en el mundo muestran el problemón que tiene la UE
El 24 de febrero de 2022, Rusia invadía Ucrania e iniciaba un conflicto bélico que ya se ha prolongado durante más de cuatro meses. Además de armar a los ucranianos, los países occidentales decidieron imponer numerosas sanciones contra el país presidido por Vladímir Putin, así como intentar reducir en lo máximo posible su dependencia energética de los rusos.
Pero los datos muestran la enorme dificultad que esto representa. La Unión Europea está intentando encontrar nuevas fuentes de suministro y cada vez recibe más gas de Estados Unidos, hasta el punto de haberse triplicado las cifras. En el caso de España, los estadounidenses se han convertido en el principal suministrador, situándose por encima de Argelia.
No hay más que mirar a las cifras de producción en 2020 para darse cuenta de que encontrar un país suministrador de este recurso que no sea Rusia o Estados Unidos es prácticamente imposible. Y es que la Unión tiene unas necesidades energéticas muy importantes que solo estas dos naciones parecen capacitadas para cubrir completamente.
Actualmente, tal y como recoge el Orden Mundial en ese gráfico, Estados Unidos es el principal productor mundial de gas, con 915.000 millones de metros cúbicos en el año 2020. Estos números representan un 24% de la cuota mundial.
Por detrás aparece Rusia, que con sus 638.000 millones de metros cúbicos se coloca en segunda posición y ostenta el 17% del total.
¿Qué países son los principales productores de #gas del mundo?
"Estados Unidos 🇺🇲 y Rusia 🇷🇺 son los principales productores de gas del mundo. Juntos acaparan más del 40% del combustible extraído en 2020" https://t.co/8xJaT5dySx vía @elordenmundial pic.twitter.com/UYVFCmUROL— Jeannette Pérez (@AsMarina2022) July 2, 2022
Detrás de ellos, hay un abismo. Tercer puesto para Irán (7%), China (5%), Catar (4%), Canadá (4%) o Australia (4%). Es decir, hay que sumar toda la producción de estos cinco países para llegar a los niveles de Estados Unidos.
Por su parte, la unión del gas estadounidense y el ruso representa un 41% de la producción global, lo que deja claro que la situación de la Unión Europea dista mucho de ser la mejor. Si antes era muy dependiente del gas procedente de Rusia (y todavía lo sigue siendo), ahora también lo es del de Estados Unidos.
Europa importó el año pasado el 40% de su gas desde el país liderado por Vladímir Putin y ahora la intención es reducirlo en un 70%. La clave de ese plan es aumentar las importaciones de GNL en 50.000 millones de metros cúbicos en un año, con Estados Unidos como gran beneficiado de este comercio.
Así pues, la Unión Europea está demostrando su enorme debilidad energética, viéndose obligada a ser dependiente o bien de Rusia o Estados Unidos. Y la única manera de salir de esta dicotomía en la que Europa no tiene nada que ganar es acelerar la transición energética y encaminarse hacia energías más verdes.
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