Yahoo Finanzas La participante más desconocida de 'Pesadilla en el paraíso' pone a temblar a sus compañeros
Estamos en la recta final de Pesadilla en el paraíso, el reality más largo en la historia de Telecinco. ¡Parecía que no iba a llegar nunca! Pero no cantemos victoria, que todavía le queda (dicen que hasta el 21 de diciembre). Con las últimas 5 personas en su haber, hay una gran inquietud que habita en la granja y sus granjeros. Una preocupación que tiene que ver con Daniela Requena, la participante más anónima de todos. Sus compañeros la temen, y no es porque sea la mala de la edición, sino porque esconde un as debajo de la manga con el que muchos no contaban.
Esta semana se acabaron las pruebas de líder y de inmunidad, ya hay semifinalistas y han comenzado las campañas de los familiares para defender a su favorito. Han superado los 100 días de su estancia en la casa, a los que hay que sumar casi 15 más desde que se mudaron a Cádiz a finales de agosto. La idea es que el programa se empezara a grabar antes y se fuera emitiendo en diferido, pero el desastre de audiencias y la mala acogida de esta nueva forma de hacer las cosas hizo que volvieran al esquema habitual de cualquier reality.
Empezaron con mal pie y no terminan de recuperarse. Yo diría que hasta ha empeorado. Los últimos días, la cuota de pantalla no ha llegado ni al 10%. Reconozco que llegué a pensar que lo sacarían de la parrilla, nunca un programa de este estilo tuvo unos datos tan malos, y mira que han hecho de todo para levantarlo. Pero ahí sigue, sobreviviendo como puede. Era de esperar que la remontada no se diera ya que si en este formato no te enganchan desde el comienzo, por mucho que luego trataran de enmendar el error, era demasiado tarde.
Quienes no han defraudado han sido los participantes, al menos en términos de contenido. Hemos tenido de todo, especialmente con la entrada de la segunda hornada de concursantes. Una gran idea, todo hay que decirlo. Del primer grupo quedan Israel, Daniela y Víctor; del segundo, Bea e Iván. Los últimos nominados son Bea o Israel, dos pesos pesados que se verán las caras el miércoles y que, dependiendo de quien se salve, nos haremos una mayor idea de hacia dónde va la cosa. El resto ya son semifinalistas.
Y ahí es donde quería yo llegar. La situación es complicada porque todos los que quedan han dado un contenido de reality puro y duro con risas, llantos, tragedias, comedias, enfados... Y el que no, Víctor Janeiro, ha trabajado sin descanso y se ha convertido en el pacificador del lugar, quien siempre les consuela, guía y aconseja. Un papel que, aunque no se valora, cuenta mucho porque apacigua las aguas en momentos muy duros. Ahí radica el poder de Víctor, jamás ha sido nominado por sus compañeros y, por lo tanto, ahí está, entre los favoritos, por más que le pese a Nagore Robles.
Pero hay alguien más que se ha colado en la final con mucho más mérito, y esa es Daniela. Era la más desconocida, a menos en términos de entretenimiento, para todos. Sí, es cierto que se hizo muy popular en redes, concretamente Tiktok (donde ha pasado de los 300 mil a los más de 800 mil seguidores), por hacer pública su transformación de hombre a mujer. En su perfil comparte su experiencia, contesta las dudas y es todo un referente trans por su manera natural, generosa y honesta de contar las cosas. También con un sentido del humor maravilloso.
Daniela e Israel son el dúo que no sabíamos que necesitábamos 😂
🌾 #PesadillaParaíso14
🔵 https://t.co/XoOEwFK3se pic.twitter.com/XhNhMzr8FB— Pesadilla en El Paraíso (@pesadillaparais) December 7, 2022
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Un comportamiento al que se ha mantenido fiel en la granja. Sus enfados duran cinco minutos porque no es capaz de guardar rencor. Dice lo que tiene que decir y hace las paces casi de inmediato, no porque renuncie a su forma de pensar, sino porque no le gusta dramatizar. Sabe convivir. Hasta cuando discute lo hace con gracia porque siempre termina gastando bromas. Sin ser popular entre el gran público, se lo ha ganado de lleno, siendo una de las candidatas más fuertes a ganar por méritos propios, no por tener una legión de fans que se matan votando.
Desde algo más de la mitad del reality, Daniela se ha convertido en una participante muy temida para sus compañeros. No porque, como es el caso de Bea, discuta con todos, al contrario, porque su buen rollo, optimismo y alegría la han colocado entre las favoritas. Y eso es una gran amenaza para el resto. Aunque algunos han tratado de sacarla de quicio para ponerla en la palestra, no lo han conseguido. Siempre olvida los malos rollos con sus 'enemigos' y termina hablando con ellos y firmando la pipa de la paz por su propio bien mental y el del resto.
Por eso, sin ella quererlo ni beberlo, es la mayor rival de todos. Las pocas veces que ha estado nominada, creo recordar que apenas una o dos, ha sido salvada, y a partir de ahí, nunca más ha estado en peligro porque todos la adoran. Especialmente Israel, su gran amigo en la granja junto a quien nos regala escenas para desternillarse de la risa. Todos, los que ya se fueron y los que quedan, son conscientes de que tiene muchas papeletas para llevarse el cheque. Así que andan con la mosca detrás de la oreja.
Cada vez que hay un expulsado, todo son palabras de cariño hacia ella. Pueden estar más o menos de acuerdo con sus opiniones, pero no pueden decir nada negativo sobre su actitud porque es de las mejores. Quien sí la tiene entre ceja y ceja es Bea, quien sigue salvándose expulsión tras expulsión. Con la de ayer ya va la tercera, y ha vuelto a salir nominada. Tiene un ejército de fans que la apoya desde Gran Hermano 17, y eso hace mucho. Ella es la única que ve en Daniela a una gran rival y hace todo lo posible por desequilibrarla, de ahí que la tensión entre ellas se mantenga más fuerte que nunca.
A diferencia de otros compañeros, no ha tenido que ejercer ningún tipo de papel para ganarse al público o quedar bien, y eso le ha quitado un gran peso de encima. No es como Bea, que siempre ha de liarla parda porque va en su historial. O como Manu, que tiene que tirar la caña a alguna chica y hacer carpeta para sobresalir y que se hable de él. Daniela ha sido tal cual es, sin miedo a mostrar sus fortalezas y debilidades.
Para mí, ha sido su manera de mostrar su sexualidad, vivirla y disfrutarla, lo que que más ha llegado a un público bastante desconocedor de lo que es una persona trans. No se ha amparado en su cambio de sexo ni ha sobreexpuesto el tema para ser protagonista. Al contrario, ha hablado lo justo y necesario, sin dramas. Ella es una mujer de los pies a la cabeza, así que no se ha quedado a vivir en un pasado ni el seguro que dolor que supuso su cambio ante una sociedad no del todo abierta.
Por eso creo que Daniela se ha convertido en el peligro más dulce para sus compañeros, porque podría arrebatarle el primer puesto a todos, incluidos los más famosos. En unos 10 días saldremos de dudas, pero, mientras tanto, cabe destacar y aplaudir a alguien que vive su reality con tanto entusiasmo y verdad. No sé si finalmente ganará Pesadilla en el paraíso, pero Daniela ya ha ganado mucho más.
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Imagen: Twitter/Pesadilla en el paraíso
