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Como “la peor decisión financiera”: así considera David Bach a la adquisición en un concesionario de un auto con cero millaje, prácticamente salido de la fábrica y con ese olor a éxito y a confort que lo caracteriza.
“Nada de lo que uno haga en su vida, de manera realista, desperdiciará más dinero que comprar un automóvil nuevo”, opinó este millonario, autor de libros superventas, en una breve charla con CNBC Make It. “Es la peor decisión financiera que puede tomar un millennial”, sentenció.
De acuerdo con Bach, la razón principal es la considerable depreciación a la que se ve sometido el vehículo apenas sale de la cadena de montaje, listo ya para hacer feliz a una o varias personas. Su valor generalmente disminuye entre un 20 y un 30% al final del primer año, mientras que, tras cinco años, puede perder el 60 % o más de su valor inicial.
Como si esto no bastara, dice, “la mayoría de la gente pide prestado dinero para comprar ese auto”. “¿Por qué uno pediría dinero prestado para comprar un activo cuyo valor baja inmediatamente en un 30%?”, se pregunta.
La opción más inteligente para hacerse con un auto
La mejor fórmula, según este hombre hecho a sí mismo, empresario, orador y motivador financiero nacido en 1966, es adquirir un auto usado.
“Compra un auto salido de un contrato de arrendamiento de dos a tres años, casi nuevo, con el que garantices tener un 30% de descuento”, propone.
Con no muchos kilómetros recorridos y un buen mantenimiento, un vehículo que estuvo dos o tres años para la renta por lo general presenta muy buenas condiciones. La ventaja es que, solo al no ser un auto recién salido de la ensambladora, ya es ofrecido al público con una rebaja considerable.
De acuerdo con Bach, los fabricantes de autos saben bien que las personas suelen calcular los gastos de su vida en función de los meses. Pero los vehículos, dice, deberían ser pensados a largo plazo: “Ellos quieren que nos concentremos en las mensualidades y harán todo lo posible para que así sea”.
Su recomendación es esta: “No piense en los pagos mensuales, sino el monto anual. Piense en el plazo completo del préstamo”.
“Si te gastas 500 dólares al mes en ese auto, bueno, ya son 6,000 dólares al año, sin incluir el seguro y la gasolina”, insiste. “Estos podrían ser dos o tres meses de tus ingresos. Saca cuentas y luego pregúntate: ‘¿Realmente necesito un auto tan bonito o podría comprarme uno que sea menos costoso, tal vez un poco más viejo, pero que aún se vea bien y que funcione?’”